De blancas flores a cartucho

Nicolás David Pulido Yandi*
Más de 2000 personas habitan entre las cuadras de las calles novena, décima, la carrera 15 y carrera 15ª, allí encontramos una zona sin ley o al menos no jurídica, la única ley que domina en este lugar es una natural donde "el más fuerte sobrevive". Esta zona, conocida como el Bronx o cartucho, a inicios del siglo XX era un lugar exclusivo y lujoso donde la clase alta habitaba en casas con puertas y ventanas de estilo florentino y balcones donde hermosos cartuchos blancos colgaban; pero en 1949, luego del bogotazo, estos habitantes empiezan a trasladarse a lugares más al norte de Bogotá, por ejemplo, a la localidad de chapinero. En poco tiempo pasa de ser un lugar de clase a un lugar de drogas y prostitución donde operan pandillas y bandas criminales. Su nombre actual es similar al del barrio neoyorquino donde habitan pandillas y su población es mayormente afro y latinos.

A pesar de estar en medio de un batallón del ejército y una estación de policía, este lugar es cuna de la delincuencia. Podemos encontrar prostitución, cualquier tipo de alucinógenos y armas: todo, dependiendo del dinero que se tenga a disposición o de la gente que se conozca. Muchas de las personas que habitan en este lugar están consumidas por el vicio sin poder salir de allí, bien sea por deudas pendientes o por la necesidad que se tiene por seguir el consumismo en el que andan sumergidos
Es un lugar donde la gente, que entra por una mala decisión, puede quedarse de por vida o, si su voluntad es fuerte, puede salir de esta circunstancia. A pesar de conocer esta situación las personas son indiferentes ante los habitantes de la calle o como discriminatoriamente llaman "desechables", personas que tuvieron al igual que nosotros una familia o posiblemente una profesión pero que el consumismo los llevó a estar en este estado de degradación. Ellos han perdido de este modo su familia, trabajo, amigos y cualquier contacto con la sociedad. Por una vida que eligieron por error en la cual su pan de cada día es y será el 'rebusque' para poder saciar la necesidad que su cuerpo y mente les pide hasta el momento en que la sociedad se dé cuenta de que hay personas que necesitan nuevas oportunidades y ayudas para salir adelante de diversas situaciones. Solo hasta el día que la sociedad vea y trate al "indigente" como un igual y un ser humano con derechos, solo hasta ese momento se buscará la solución a esta problemática que afecta a los 2000 habitantes del Bronx, a sus familias y a la sociedad.
Naturalmente es un problema que se tardará años en solucionar, si es que tiene solución, pero lo importante es que se tome conciencia de que no seamos ajenos a esta situación. Las personas que allí habitan están llenas de tristezas, ilusiones y desilusiones, sueños incumplidos y tal vez muchos también tienen algunos por cumplir.
Son muchos los niños que infortunadamente no tienen opción de elegir la vida que tendrán ya que algunas familias llevan generaciones sumidos en esta desgracia, la falta de valores y de respeto por los demás ha llevado a estas personas a perder por completo su integridad y de paso a irrespetar a los demás que habitan a su alrededor. 

Nicolás David Pulido Yandi
Estudiante de Diseño Gráfico
Universidad Santo Tomás
 

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.

ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades
ISSN 2619-421X (en línea) abril2017 No. 2

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