Juan David Bernal Malagón y David Araque Herrera*
La educación básica y media en la sociedad colombiana juega un papel como mecanismo de control con el propósito de homogenizar y normalizar, en la actualidad no se nos hace extraño ver como todos los alumnos de un colegio llevan los mismos uniformes, tampoco se nos hace extraño que vean las mismas materias a las misma horas al día y mucho menos nos parece extraño que todos los bachilleres colombianos se enfrenten a la misma prueba cada semestre. El propósito de este texto es mostrar las conductas homogenizadas a través de aspectos de nuestra cotidianidad y las consecuencias que estas traen consigo buscando dar respuesta a la manera en que estos aspectos tan cotidianos de la educación representan un mecanismo de control que sin darnos cuenta nos prepara a todos con el único objetivo de ser normales y poder acoplarnos a la sociedad.
A través de las conductas homogeneizadas se produce la consecuencia de la presión ejercida sobre el grupo a lo que es diferente, cuando empezamos a vernos igual a los otros 20 o 30 estudiantes del salón de clases, cuando todos vemos las mismas materias, la misma cantidad de veces a la semana, cuando se nos educa de igual manera a todos, con el mismo profesor y los mismos criterios de evaluación, pensamos y creemos que somos normales, y entendemos esta normalidad como algo bueno, pensando que cualquiera que se salga de lo normal es diferente, y si es diferente está mal, y si está mal debe ser excluido, y al final la exclusión se vuelve un mecanismo de presión que ejercemos todos para aquello que es diferente, y todo este proceso se realiza con un único objetivo, lograr ser normales para que las instituciones de educación no le entreguen a la sociedad ciudadanos anormales, que no crean en el orden, que no crean en las reglas y mucho menos que no hagan lo que se les indica, más adelante expondremos como dentro de la cotidianidad de la escuela se produce esta homogenización, para después entrar a entender a través de qué mecanismos ejerce presión un grupo ya homogeneizado y como se ejerce dentro del aula de clases y por ultimo sin ser menos importante entrar a observar la influencia que tiene el contexto histórico dentro del concepto de la normalidad.
Cuando nacemos, nos encontramos frente a un mundo y frente a una sociedad que son extraños para nosotros, por esto es necesario junto a nuestro desarrollo de la niñez que nos acompañe una institución, la escuela, después de todo, siendo tan pequeños, ¿cómo podríamos incorporarnos a la sociedad?, la escuela cumple el papel de ser la institución encargada de establecer en nosotros un mínimo de orden y disciplina que se necesita para poder incluirnos en la sociedad, según Claudia Méndez en su texto “Comunicación e Identidad” la cultura misma es el resultado de una miríada de elecciones individuales, primariamente no entre mercancías, sino entre tipos de relaciones. La elección básica que tiene que hacer un individuo racional es una elección sobre el tipo de sociedad en la que quiere vivir. Lo demás se ajusta a esa elección. Cuando uno elige artefactos lo hace para demostrar esa elección. El esquema estudiantil se explica como una jerarquización del poder de tal manera en que el poder se concentra en un mínimo de personas y que abarque al mayor número de individuos posible, además de que permite una vigilancia constante y una presión ejercida antes de que se cometa cualquier falta, ya sabiendo esto, ¿no es este el modelo que lleva cualquier institución de educación básica y media en Colombia?, no se nos es difícil pensar en el grupo de directivas y maestros de una institución educativa ejerciendo el poder sobre los muchos estudiantes de la institución, tampoco se nos es difícil pensar en los sin número de estudiantes entrando a sus aulas de clase a la misma hora sin necesidad de un profesor detrás de cada alumno, además del hecho de ver las mismas materias, los mismos días de la semana y vernos igual al resto de estudiantes a través de los uniformes, siendo estos hechos que entran dentro de la cotidianidad de cualquier institución de educación básica y media de Colombia, pero cuando unimos todos estos aspectos nos es más claro observar el panorama de la tarea real de la institución, no siendo como se pensaría popularmente como la tarea de enseñar los conocimientos básicos, sino la tarea de enseñar una disciplina, un seguimiento de órdenes y la sensación de sentirnos observados para no realizar alguna falta y así llevar una conducta adecuada, ya conociendo como todos los aspectos cotidianos de la escuela se presentan como mecanismos de control, nos es más sencillo observar la homogenización y como el resultado de todo ese proceso es un bachiller que cree en la disciplina, que sigue órdenes y que es capaz de acoplarse a la sociedad actual.
Ya conociendo como se lleva a cabo el proceso de homogenización de la escuela, es hora de observar como este proceso da lugar a el mecanismo de presión al individuo, es decir, tenemos un proceso de homogenización oculto en la cotidianidad de la institución, pero ¿qué sucede si un individuo es diferente, si se ve diferente, si actúa diferente o si simplemente no cree en las mismas normas?
Sucede es una diferenciación del grupo normalizado y al recaer en una diferencia, la discriminación y el rechazo se han de volver el mecanismo de presión con el cual el grupo intenta normalizarnos, como ejemplo tenemos el consumo, Citando de nuevo a Claudia Méndez: se ve el consumo como un proceso en el que imaginarios y representaciones creadas por la cultura suscitan prácticas de compra y uso específicas, asignando significados a lo que se compra y se consume. Es decir, todo se encuentra tan normalizado y mecanizado que en dado caso de realizar algo distinto o algo que no esté en vía del mismo pensamiento de los demás se verá un rechazo total, desacuerdo, desagrado o simplemente la mirada como si fuera un simple bicho raro. Los humanos, como seres en constante búsqueda de información, naturalizan estos significados y los comunican a otros que, inmersos en los mismos códigos, entienden el mensaje.
Según Durkheim “si no me someto a las convenciones de la sociedad, si en mi forma de vestir no tengo en cuenta en absoluto los usos aceptados en mi país y en mi clase, la risa que provoco y el alejamiento social en que se me mantiene producen los mismos resultados que un castigo propiamente dicho” (Durkheim, 1895, 58) el autor nombra la vestimenta como el factor de la diferencia, sin embargo dentro de la escuela no es este el único factor diferenciador, es decir, si un individuo no entra a el salón de clases a la hora que es, es un individuo diferente no por su vestimenta, sino por el no acatamiento de las normas que los demás si acogen, sin embargo es importante resaltar que el factor que le da más presión al grupo es el número de individuos que siguen una característica, mas no lo considerado correcto o incorrecto, es decir si tenemos dos grupos con la misma cantidad de individuos realizando diferentes acciones, posiblemente no existirá ninguna presión de un grupo sobre otro, porque ambos grupos contienen la misma masa de individuos, volviendo al ejemplo planteado anteriormente, si no es un individuo sino la mitad del total de individuos los que deciden no acoger las normas, posiblemente la presión ejercida por el grupo que decide si acatarlas no va a funcionar debido a que el factor de cantidad no aplica y si seguimos en el ejemplo y son dos terceras partes del total de individuos las que deciden no acatar las normas, el grupo que si decida acogerlas será aquel que se verá presionado, pero no debemos olvidar la jerarquización de poder que existe en la escuela, es decir no solo contamos con la presión de grupo sino por la presión y control que ejerce la minoría que mantiene el poder, por lo que el resultado de que uno o más individuos se diferencien del resto sería en primer lugar una casi que inmediatamente la presión por parte del grupo y en segundo lugar la presión ejercida por las personas que tienen el poder, por lo que si no es normal, es diferente y si es diferente está mal y debe ser homogeneizado y normalizado, utilizando la presión, ya sea de grupo o el poder jerarquizado dentro de cualquier institución de educación básica y media colombiana.
Podemos concluir que la escuela es una institución de control, que, a través del poder ejercido como presión, cumple el rol de homogeneizarnos a través de aspectos cotidianos de la vida escolar con el fin de encajar en la sociedad, además del cambio de la concepción de normalidad que le da la sociedad a raíz de diferentes influencias, por lo que la concepción de lo normal es relativa según el contexto histórico que en que se hable.
Referencias:
Durkheim E. (1895) Las reglas del método sociológico y otros escritos, Madrid, Alianza.
Méndez C. (2017) Comunicación e Identidad: una aproximación al estudio del Consumo, University of Louisiana at Lafayette, USA
Juan David Bernal Malagón y David Araque Herrera*
Estudiantes de Ingeniería Civil
Universidad Santo Tomás
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ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades
ISSN 2619-421X abril de 2018 No. 6