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DUCKWORTH
Giuliana Alejo García*
It was always me versus the world
Until I found it's me versus me
Giuliana Alejo García*
It was always me versus the world
Until I found it's me versus me
Sara Maria Ortiz Sandoval y Juana Valentina Chaparro Alvarado*
La exposición "Juguemos en el bosque" es una oportunidad para descubrir cómo la literatura infantil y juvenil colombiana rompe barreras entre el mundo digital y el amor por la lectura, combina libros-álbum, poesía, historietas y rincones lúdicos para estimular la imaginación de niños y jóvenes, mientras aborda temas urgentes como la diversidad. Es un viaje que celebra la riqueza literaria del país.La exposición "Juguemos en el bosque" es una oportunidad para descubrir cómo la literatura infantil y juvenil colombiana rompe barreras entre el mundo digital y el amor por la lectura, combina libros-álbum, poesía, historietas y rincones lúdicos para estimular la imaginación de niños y jóvenes, mientras aborda temas urgentes como la diversidad. Es un viaje que celebra la riqueza literaria del país.
David Ríos*
Desde hace ya algún tiempo,
dentro de mi pecho anida una alimaña,
que con sus pequeñas garras
hizo en mí una madriguera.
Su constante ronroneo,
su sinuoso caminar,
han hecho de mí otro hombre,
diferente al que siempre me he creído.
Daniel Restrepo Sánchez*
Son las tres de la madrugada y la taza de café humeante que tengo delante no se decide a aclararme si es muy temprano o muy tarde. Otra vez se me pasaron las horas escribiendo comentarios de forma y contenido entre renglones de textos escritos a la carrera, sin cuidado y sin gracia. Y frente al humo que se levanta de la taza, no puedo más que recordar, con una sonrisa rota y hacia adentro, esa sensación de hace años cuando todavía creía en la docencia, no tenía canas en la barba y los renglones que leía me parecían mejor escritos.
Jhon Kevin Pinedo Morales*
En el bullicio de la ciudad de Bogotá, mientras las luces brillantes y los ruidos ensordecedores dominan el ambiente, hay un joven que lleva consigo la esencia de un pequeño pueblo llamado Astrea, en el corazón del departamento de Cesar. Es ese lugar donde sus sueños tomaron forma y donde aprendió el valor de la comunidad y la conexión con sus raíces. Desafiando las circunstancias y buscando oportunidades de crecimiento, se lanzó a la aventura de estudiar una carrera universitaria en la gran capital. Y aunque el éxito le sonríe en la ciudad, hay un llamado irresistible que lo arrastra de regreso a su origen cada diciembre, una satisfacción indescriptible que siente al regresar y la sensación de pertenencia que lo envuelve, recordándole, sin importar cuán humilde sea, su refugio inquebrantable en un mundo lleno de caos.