Sara Maria Ortiz Sandoval y Juana Valentina Chaparro Alvarado*
La exposición "Juguemos en el bosque" es una oportunidad para descubrir cómo la literatura infantil y juvenil colombiana rompe barreras entre el mundo digital y el amor por la lectura, combina libros-álbum, poesía, historietas y rincones lúdicos para estimular la imaginación de niños y jóvenes, mientras aborda temas urgentes como la diversidad. Es un viaje que celebra la riqueza literaria del país.La exposición "Juguemos en el bosque" es una oportunidad para descubrir cómo la literatura infantil y juvenil colombiana rompe barreras entre el mundo digital y el amor por la lectura, combina libros-álbum, poesía, historietas y rincones lúdicos para estimular la imaginación de niños y jóvenes, mientras aborda temas urgentes como la diversidad. Es un viaje que celebra la riqueza literaria del país.
La exposición Juguemos en el bosque estuvo abierta en la Biblioteca Nacional desde 9 de noviembre de 2024 hasta el 22 de marzo de 2025, luego viajó a la Feria del Libro Infantil de Bolonia, el evento más importante de la industria del libro infantil y juvenil a nivel mundial.
La exposición fue curada por Beatriz Helena Robledo, una escritora, investigadora y docente colombiana especializada en literatura infantil y juvenil. La museografía estuvo a cargo de María Osorio, quien fue directora de publicaciones de la Asociación Colombiana para el Libro Infantil y Juvenil (ACLIJ) y subdirectora de Fundalectura, donde fundó la Revista Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil. El diseño gráfico fue realizado por Camila Cesarino, arquitecta y diseñadora gráfica graduada en 1987 de la Universidad de São Paulo, Brasil, su país de origen. En 2001, obtuvo una especialización en Creación Multimedia en la Universidad de Los Andes, en Bogotá. A lo largo de su trayectoria, ha trabajado en el ámbito editorial y cultural, diseñando portadas, libros y colecciones para destacadas editoriales colombianas como Planeta, Norma, Alfaguara, Random House, Ediciones B y otras desaparecidas como El Áncora Editores, Tercer Mundo, Fescol y Cerec.
En este espacio se da una visión amplia de la literatura infantil colombiana, haciendo énfasis desde sus inicios hasta el presente al combinar texto e ilustraciones. En nuestro recorrido evidenciamos, un espacio tranquilo y acogedor, dispuesto para que niñas y niños se acerquen a loslibros y se pierdan en la lectura. Durante nuestra visita fuimos recibidas por una guía contando “Caperucita roja” a un grupo de niñas y niños, con un tono llamativo, con diferentes voces captando la atención de los visitantes,incluso los adultos que nos sabemos de memoria la historia.
En la exposición se muestra en columnas encontrando pasajes de poesía, ilustraciones, donde el libro-álbum despliega su riqueza en ese diálogo entre texto e imágenes, importante para la primera infancia, que se emplea normalmente en el aula como herramienta potenciadora para la habilidad lectora y de comprensión, así forjando unas buenas bases para un futuro lector crítico, lo que nos recuerda las diferentes dificultades que tenemos como maestras para que los niños adquieran el hábito de la lectura y mantenerlos centrados en una sola actividad, el mundo actual en segundos satisface las necesidades e incluso genera multi estimulación lo cual los niños no logran conectar con un libro o en si la actividad rectora de literatura y finalmente Historieta, un género joven en nuestro medio pero que crece en diálogo con sus lectores.
Pero bueno, dejamos las preocupaciones de lado y nos aventuramos a recorrer cada una de las esquinas de esta exposición, rincones literarios dispuestos de manera libre, accesible y atractivo los cuales permitieron un acercamiento directo a ciertos libros, una fortaleza construida con una alfombra, cojines y estantes a la altura de los niños y niñas, permitiéndoles sentirse seguros y cómodos para la lectura, además en las paredes encontramos preguntas invitándonos a ser reflexivos y participes en este proceso de lectura.
La exposición también contaba con estanterías con diversidad de libros, géneros, temas e imágenes los cuales permiten a las personas que visitan y exploran esta exposición leer e interactuar con ellos. Nosotras escogimos diferentes libro-álbum, lo leímos y narramos con diferentes voces imitando el ejercicio que realizamos con nuestros pequeños estudiantes para que sigan el hilo conductor.
Esta exposición no solo nos acercó a la literatura, si no que se convirtió en un espacio de convivencia, charlas, reflexiones, conocimientos, alegrías, emociones y sentimientos siendo un lugar abierto para los niños, niños y familias, dando un protagonismo a la niñez, rompiendo tabúes como” Los niños no leen porque no entienden”.
Esta exposición dejo huella en nosotras como maestras en formación, pues nos ayuda a ampliar nuestro conocimiento sobre herramientas para simplificar y potenciar la lectoescritura, siguiendo los lineamientos de las actividades rectoras entre ellas la literatura.
Sara María Ortiz Sandoval y Juana Valentina Chaparro Alvarado*
Estudiantes de Licenciatura en Educación Infantil
Universidad El Bosque
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
ARTE-FACTO- Revista de Estudiantes de Humanidades ISSN 2619-421X (en línea), enero-abril de 2025 No. 33