Anamaría Amado Henao*
Para un pequeño niño o niña que empieza en el deporte, siempre es una ilusión, una meta, un punto de referencia ver a los deportistas mundiales, olímpicos y es casi como un sueño llegar a ser como ellos, tanta felicidad, tanta gloria, la definición del éxito deportivo personificada, a los ojos de ese pequeño niño, o esa pequeña niña ese deportista tiene una vida feliz y perfecta, esto motiva al niño a encaminarse en la práctica deportiva, a seguir los pasos de sus héroes. Al comienzo se practica por diversión, porque causa felicidad y por aprovechar el tiempo libre, pero a medida que el niño o niña avanza y muestra facultades para su deporte comienza un proceso competitivo, y acá es donde el camino rosa y perfecto, lleno de alegría, diversión y colores, se transforma casi en un calvario.