Laura Daniela Sánchez León*
Cinco de la mañana; Bogotá despierta bajo una fría y espesa lluvia que busca derribar las ventanas; en el horizonte solo se ven pequeñas luces ocultas tras una densa cortina de neblina; la ciudad va despertando y con ella, el caos. Paola toma un café cargado como de costumbre mientras siente el frío entumecer su cuerpo; cierra sus ojos dejando de lado el despertar de la ciudad y desea que ese día no sea tan desesperanzador como lo fue el anterior. Seis de la mañana, ve como la luz del sol busca atravesar aquella montaña que rodea la ciudad, es la señal que le recuerda que ya es hora de salir a trabajar. Su labor: alimentar a perros y gatos por igual; rehabilitar, esterilizar y dar en adopción es una prioridad.