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El terrible rostro de la belleza
David Rios*
David Rios*
Daniel Rodríguez Gallego*
Mi gato era un secreto. Era un viciado por el escapismo y la prestidigitación. Objeto de su suplica brincaba por entre los arrabales de mi desorden. Otras veces, en ejercicio de su naturaleza me atacaba. Desmadejado y al tiempo raudo desentrañaba mi oscuridad y la ponía en disposición al juicio, sus mecanismos eran fútiles y al tiempo crueles. Yo inquiría con golpes y patadas, lo desplazaba del dintel y lo escupía de las cobijas. Él respondía quedamente restregando su hocico en mi boca y reposando su trasero en mí pecho ¡realmente quedaba estropeado! Atribulado por mi indiferencia, nuevamente me traicionaba, se ponía de pie hinchado de egoísmo y sin miramientos el eunuco se sentaba en mi cara.
Con mucha gratitud hacia los participantes, oficialmente cerramos las inscipciones a nuestro
I Concurso de cuento corto "Relatos de la cotidianidad"
Juan Manuel Campuzano Vélez*
Como todo arte debe ser cultivado y cosechado
Fruto del tiempo, su pasar, su pesar y lo que dejo de lado
Con tanto color con que veía iluminado
Sin darme cuenta de cuantas luces he apagado.
David Ríos*
Las relaciones familiares tienden a definir en gran medida quienes somos. En el caso de Alison Bechdel no solo condicionaron su vida adulta, sino que además, afortunadamente para nosotros, desembocaron en un libro profundamente personal.