Jaira Nataly Duarte Forero* 

Como desde la infancia se les enseña que la belleza es el centro de la mujer, la mente se adapta al cuerpo y, vagando por su jaula dorada, solo busca adorar su prisión -Mary Wollstonecraft.  A pesar de todos los avances y progresos de la participación de la mujer en la sociedad, no se debe olvidar a la exclusión que fue sometida durante mucho tiempo. Aunque como los hombres, las mujeres son seres dotados de cualidades y destrezas, siempre han sido consideradas débiles e incapaces de realizar los mismos trabajos y oficios que los hombres.

En este artículo se hablará de la exclusión de la mujer, enfocándonos en la educación. Aunque actualmente no es algo que se evidencie tan seguido, tiempo antes la mujer tuvo que luchar arduamente para ganarse este derecho.

El rol de la mujer durante mucho tiempo fue el de ser madre y esposa, desde sus primeros años de vida era educada para complacer y atender al hombre, sin ninguna otra aspiración, eran educadas de esta forma por sus madres porque ellas fueron educadas igual.

Aunque la mayoría de las mujeres han aceptado, comúnmente de forma inconsciente,  el patriarcado, en cada época de la historia han habido mujeres que lucharon contra por alcanzar y hacer valer sus derechos.

Hay algunos momentos que de una u otra forma han impulsado o han sido escenarios en esta lucha, por ejemplo, en el marco de la llamada “segunda revolución industrial” se empezaron a dar cambios políticos, económicos y sociales, particularmente la inclusión de la mujer en la industria y por ende, el alejamiento de esta a la exclusividad de las labores del hogar.

La visibilidad de la mujer trabajadora fue consecuencia del hecho que se la percibiera como un problema, como un problema que se describía como nuevo y que había que resolver sin dilación. Este problema implicaba el verdadero significado de la feminidad y la compatibilidad entre feminidad y trabajo asalariado. (Scott, J. 1993, 425)

En Inglaterra, surgió el llamado movimiento de la "Liberación Femenina" formado por un grupo de mujeres que tuvo la audacia, en aquella época, de protestar en contra de la discriminación de la mujer en cuanto al sufragio; exigían el voto femenino para elegir a los gobernantes. (kiosko, 2013)

La liberación femenina avanzó a pasos agigantados gracias a la Primera Guerra Mundial y nuevamente las mujeres fueron el epicentro del escenario laboral, empezaron a tenerse en cuenta para emplearse en trabajos que antes desempeñaban los hombres que tuvieron que ir a la guerra. Alguno de los trabajos que se debían realizar necesitaban de haber tenido una formación académica, entonces algunas mujeres empezaron a recibir educación superior para la realización de estos.

Algunas mujeres optaron por ser amas de casa y dedicarse a su familia, pero también es cierto que otro tanto ha buscado la realización profesional antes de pensar en la formación de una familia. Al interior del movimiento feminista y dentro de la comprensión misma sobre ser mujer, se acepta la posición que cada mujer tiene sobre la familia y sus metas, comprendiendo que el trabajo en el hogar es eso, un trabajo.

Para el caso colombiano, Gracias a los cambios políticos que se estaban presentando en Colombia, en 1933 (Decreto 227) se le otorga a la mujer el acceso al bachillerato completo y a la universidad. A partir de allí las mujeres empezaron a capacitarse en áreas como enfermería, odontología, filología, ingeniería, medicina, entre otras, a pesar de que algunas de estas carreras aún eran prohibidas para las mujeres porque no se consideraban femeninas. Resaltan dos figuras: Inés Ochoa de Patiño  quien en 1945 fue la primera mujer graduada como médica en el país y Georgina Ballesteros de Gaitán, la primera mujer casada que estudió en la universidad y se graduó como médica en 1950.  Esta información resulta importante ya que no era común que una mujer casada terminara sus estudios básicos secundarios y mucho menos optara por una carrera profesional.

Actualmente, la mayoría de los gobiernos en todo el mundo han quitado las barreras a las mujeres para recibir una educación dando una igualdad en oportunidades a los hombres. (Bonder, 1994)

Han sido muchas mujeres importantes en la realización y el avance de este movimiento que lucha por los derechos igualitarios algunas son: Mary Wollstonecraft, Silvia Carnero, Johana Ortega Rayan Emma Watson, Madonna, Frida Kahlo, entre otras. Todas ellas hablan sobre el estigma que la mujer ha tenido que enfrentar a lo largo de su vida y lo difícil que es vivir en una sociedad que juzga a la mujer por actos que los hombres hacen todos los días, son mujeres que no se cansan de estudiar para demostrarse a ellas mismas y a las siguientes generaciones que las mujeres son seres humanos que tienen mucho que aportar a la sociedad y si bien se equivocan, que tengan la oportunidad de corregir y seguir adelante.

Finalmente, lejos de desvalorizar lo masculino, solo que quiere mostrarse todo lo que la mujer puede aportar a al mundo y lo fundamental de que cada una de las niñas reciban una educación e condiciones de igualdad, si así lo desean, que sean ellas capaces de elegir su destino y decidir sobre ellas mismas. Y si alguien, después de que leyó este escrito sigue sin creer en la importancia de que la mujer tenga oportunidades diferentes a ser ama de casa, lo invito a buscar el texto Las 20 mujeres más destacadas de la Historia para que así se dé cuenta un poco más de los logros de algunas mujeres.

Bibliografía

20 minutos. (2008). Las 20 mujeres más destacadas de la Historia. Obtenido de https://www.20minutos.es/noticia/358283/0/mujeres-claves-historia/ 

Bonder, G. (Septiembre-Diciembre de 1994). Revista Iberoamericana de Educación. Obtenido de http://rieoei.org/oeivirt/rie06a01.htm 

kiosko, E. (2013). La liberación femenina. Obtenido de http://www.elkiosko.com.mx/la-liberacion-femenina.htm 

 Scott, J. (1993). La mujer trabajadora en el siglo XIX. Historia de las mujeres, 4, 425-461. 

Jaira Nataly Duarte Forero*

Estudiante de Ingeniería Mecánica

Universidad Santo Tomás 

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.

ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades

ISSN 2619-421X (en línea) abril de 2018 No. 6