La Dalia Negra. La brutalidad de la belleza

Anneth Mariana Cruz Montenegro*

El 15 de enero de 1947 en Leimert Park, Los Ángeles, California, una citadina de la zona encontró el cuerpo sin vida de Elizabeth Short, mujer bostoniana que durante sus años de gloria había estado intentando ingresar al mundo de la actuación sobreviviendo en una ciudad tan lánguida y movida como Los Ángeles. Short, apodada por la prensa como «la Dalia Negra», presentó al mundo la brutalidad de la humanidad por medio de su cuerpo, masacrado, mutilado y dañado, el cual dejó muy poco a la imaginación respecto de la depravación de la que una persona puede ser capaz de cometer.

Siendo culpable únicamente de poseer una belleza singular, la brutalidad de su asesinato constituyó un evento icónico en la historia estadounidense, siendo reconocido internacionalmente no solo por la perturbación misma del acto, sino por ser un caso que 70 años después del incidente, aún no ha sido resuelto.

Elizabeth Short nació un 24 de julio de 1924 en Boston, Massachusetts. Viniendo de una familia de cinco sumida en la pobreza, se mudó con su padre a la ciudad de Los Ángeles a sus quince años, para perseguir su sueño de ser actriz de Hollywood, pero posteriormente lo abandonó para subsistir por su cuenta.

Short, quien era una joven de una belleza sorprendente para su edad y los estereotipos de la época, poseía ojos claros azulados, el cabello negro azabache y un rostro de una contextura preciosa, sin duda llamativo para el sexo masculino. Siendo ella consciente de su belleza, decidió utilizar sus dotes y atributos para seducir hombres y así poder costearse una vida decente, en donde recibía ingresos por sus salidas con este tipo de personajes, sin persistir en el sexo como opción.

Con el paso de los años, Elizabeth comenzó a tener una vida libertina, actuando en bares en busca de una oportunidad como actriz, pero manteniendo el negocio de la seducción. Residía usualmente en hoteles, y sus comidas eran pagadas por sus acompañantes de la noche hasta que encontraba un nuevo hombre al cual seducir.
Durante su apogeo como actriz en bares lujosos de la zona, decidió presentarse en enero de 1947 como la imagen oficial del Hotel Cecil, el cual estaba buscando reinaugurarse luego de las crisis económicas sufridas en el país, especialmente la crisis ocurrida en los años 30.

El 10 de enero, un día antes de la desaparición de Short, Robert Red tuvo una cita con ella. La encontró caminando sola por la calle y decidió invitarla a salir gracias a su asombroso atractivo. El hombre, comerciante de 25 años, llevó a Elizabeth en su carro hasta un motel para tener relaciones con ella, pero ésta no lo permitió ofreciendo excusas sobre su estado de ánimo, decidiendo así dormir para pasar la noche. A la mañana siguiente, Short mintió diciendo que debía ir a la terminal de autobuses a dejar una maleta, y luego llegar a su hotel para reencontrarse con su hermana menor. De esta manera, Red acompañó a Short a la estación, y alrededor de las 4 de la tarde dejó a la mujer en el umbral de su hotel para no volver a verla jamás.

La recepcionista de turno de aquel día contó haber visto a la mujer salir del hotel durante la noche. A las diez de la noche del 11 de enero de 1947, Elizabeth Short salió del Hotel Cecil y desapareció misteriosamente.

No fue encontrada sino hasta tres días después, el 15 de enero, cuando Betty Bersigner caminaba junto a su hija por Leimert Park el cual era un pastizal en el que parecía iban a haber construcciones. Mientras Betty caminaba por el sendero, su hija de tan solo cinco años observaba la zona y llamó la atención de su madre al mostrarle un maniquí tirado junto a la grava que parecía partido a la mitad. Se acercaron para observar el artefacto con atención, pero la calma desapareció cuando Betty notó que se trataba del cadáver descuartizado de la desaparecida Elizabeth Short. La mujer gritó como nunca en su vida, y tomó a su hija para salir corriendo del lugar cuanto antes y posteriormente llamar a la policía.

El caso fue todo un reto para el cuerpo policial cuando la investigación comenzó. El cuerpo de Short se encontraba dividido a la mitad desde la zona de la cintura con un corte quirúrgico minucioso y perfecto, su cuerpo había sido drenado completamente, por lo que no esclarecía allí ni usa sola gota de sangre; había sido golpeada múltiples veces y amordazada en las extremidades; sus órganos e intestinos habían sido retirados de su cuerpo, y parte de su muslo había sido utilizado para violarla; sin embargo, a pesar de todas estas calamidades, que sin duda afectaban la sensibilidad del espectador, el aspecto más aterrador de su cadáver residía en su rostro, en el cual se formaba la reconocida "Sonrisa de Glasgow", un corte horizontal en el rostro que partía de su oreja hacía el otro extremo recorriendo sus labios.

Respecto de su aspecto físico, a pesar de los golpes en todo el cuerpo, el cadáver se encontraba aseado y lavado por completo, las uñas aseadas y arregladas, sin rastros de sangre o suciedad, su cabello había perdido su tonalidad negra, mostrándose de un tono rojizo oscuro; la disposición del cuerpo era antinatural, siendo que sus brazos, puestos hacia arriba formaban ángulos rectos con los codos, mientras su rostro girado hacia la derecha se mantenía de perfil.

Llevado el cuerpo al proceso de autopsia, el equipo forense encontró distintos tipos de tortura, como quemaduras de cigarrillos, desgarramiento de la piel y golpes que parecían haber sido efectuados con un bate para fracturar sus extremidades. Se determinó que la causa de la muerte fue por shock cerebral debido a las contusiones de la cabeza y la perdida exagerada de sangre. Hubo afirmaciones que expresaban que la mujer de tan solo 22 años, fue torturada durante 72 horas.

El caso que se volvió tendencia en la ciudad llevó a que los medios de comunicación decidieran hacer parte del hito producido por la expectativa de las personas, sobresaturando y entorpeciendo la investigación. Apodaron a la difunta como «la Dalia Negra», nombre precedido por el estreno de la película de «la Dalia Azul», largometraje sobre el asesinato de una mujer, cambiando el color debido a la distinción de Elizabeth al vestir de negro para lucir elegante y llamar la atención.

Con la influencia de los medios de comunicación en el caso, la prensa intentó seguir pistas de los posibles sospechosos, y un periódico local, «Los Angeles Examiner», recibió unos días después de encontrado el cuerpo una llamada del presunto asesino de Short. El hombre buscó que el periódico divulgara su inconformidad respecto de la investigación hecha por las autoridades, argumentando que no estaban haciendo bien su trabajo para dar con él, el verdadero asesino de Short.

La prensa, desconfiada y reticente de la información pidió pruebas al hombre misterioso, y este, para comprobar su identidad, envió a las oficinas del periódico el registro de nacimiento de Short, fotografías de ella, tarjetas de crédito y una agenda de direcciones de amigos cercanos de la mujer.

Aún luego de haber obtenido esas pruebas contundentes, el cuerpo de investigación fue incapaz de definir y encontrar al asesino de Short. Con el paso de los días la investigación se estancó, a pesar de que la policía había investigado y descartado a más de 400 sospechosos de asesinato. El asunto se archivó dentro del cuerpo policial, llegando a un punto de no retorno, en donde se dejó a un lado como un caso sin resolver.

En 1999, 52 años después del incidente de «la Dalia Negra», Steve Holder acudió a las autoridades para argumentar que el asesino de Elizabeth Short en 1947 fue su padre, George Holder. Steve mostró un álbum fotográfico que habría encontrado recientemente en el que había fotos de Short. El hombre, especificó que su padre era médico, y tenía un consultorio aledaño a la zona del Hotel Cecil durante esa época.

Hubo quienes asegurasen haber visto a Short y al padre de Holder por la zona, paseando en un Ford Sedan del 36. Mismo automóvil que se vio recorrer la zona horas antes de encontrar el cadáver. Pero no son las coincidencias de los detalles los que alertaron y motivaron a Holder a hablar, sino la forma antinatural del cuerpo después de abandonado, representando una de las obras favoritas de su difunto padre, «El Minotauro» de Man Ray, pintura que muestra un hombre con los brazos hacia arriba formando ángulos rectos, con el rostro de perfil hacia el lado derecho.

Referencias

Bartlett, J. BBC. (8 Ene. 2017). El caso de la Dalia Negra, el asesinato más famoso de Los Ángeles, cumple 70 años sin ser resuelto. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-38545892
Paulettee. (9 Abr. 2017). TODO sobre el MISTERIOSO caso de LA DALIA NEGRA | Paulettee. Recuperado de: https://youtu.be/jzeOiLSGm3g

Anneth Mariana Cruz Montenegro*
Estudiante de Diseño Gráfico
Universidad Santo Tomás

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y
no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
ARTE-FACTO Revista de Estudiantes de Humanidades. ISSN 2619-421X (en línea) abril de 2020 No. 14

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