David Alejandro Salgado Buitrago*
Lo que varios ven como 22 hombres detrás de un balón simplemente, para muchos más es una pasión, un estilo de vida e incluso una religión. El fútbol mueve masas, la economía y la cultura. En algún momento existió la sensación de que algo le faltaba al espectáculo, no era lo mismo. Estadios vacíos, sin cánticos, sin gritos, sin groserías, sin grandes mosaicos en las tribunas, sin emoción a raíz de la pandemia era la razón de aquel sentimiento. Definitivamente lo que le hacía falta al fútbol durante todo este tiempo eran los hinchas; el padre y el hijo que domingo a domingo sin falta iban juntos a alentar a su equipo, aquel grupo de amigos que cantaban sin cesar durante 90 minutos buscando motivar al club de su ciudad. Y es que, durante varios años, sobre todo aquí en Colombia, existe un gran prejuicio hacia los hinchas furibundos, hacia las barras bravas, tienen la imagen, la percepción de que son vándalos, criminales, ladrones, drogadictos, entre otras cosas.
Si bien no debemos desconocer la realidad de estos grupos y que hay varios de estos jóvenes que no actúan de manera correcta, cuestión que ellos mismos aceptan y han buscado cambiar, la gran mayoría de las barras bravas aquí en Colombia, y sobre todo en Bogotá, denotan y expresan muchos más valores positivos hacia la sociedad.
En específico, se hablará acerca de La Guardia Albi-Roja Sur, barra brava del Club Independiente Santa Fe y como dicen ellos “la única barra de la ciudad”. Fue fundada hacia el año 1991 con el nombre de “Los Saltarines”. Sin embargo, no fue hasta el 12 de enero de 1997 que cambió su nombre al que conocemos hoy en día, barra brava que lleva 24 años apoyando a su equipo sin importar las condiciones o problemas que puedan presentarse. Con el pasar de los años, La Guardia Albi-Roja Sur ha conseguido organizarse oficialmente como un grupo cultural, social y cultural. A día de hoy cuentan con tienda oficial de sus productos, página web y redes sociales por las cuales se comunican hacia el público. De la misma manera, han incursionado en obras sociales y solidarias por medio de la campaña LGARSolidaria, la cual a inicios de pandemia, por medio de colectas brindó recursos y alimentos a las personas más vulnerables de la ciudad de Bogotá que a razón del COVID-19 no tenían la facilidad de obtener dichas oportunidades. Iniciativa comandada por cada “parche” de la barra para poder llegar a cada rincón de la ciudad y aportar su grano de arena.
Como se mencionó anteriormente, las barras bravas expresan múltiples emociones por medio de sus cánticos, murales, mosaicos y tifos; emociones que van más allá de una sensación de agrado a simple vista para los espectadores y oyentes de dichas expresiones artísticas. Pues, según lo menciona Gabriela Raposo en su obra “Narrativas de la imagen: Memoria, relato y fotografía”, la imagen, una representación gráfica y material, juega un papel fundamental en la rememoración de sentidos y símbolos dentro del ser humano, incluso dichas representaciones pueden llegar a ser parte de la iconografía, tomando como ejemplo las imágenes religiosas, las cuales transmiten y suscitan muchos más significados en el observador de los que muestran a simple vista. Las imágenes y la fotografía permiten que el espectador recurra a su memoria para identificar diferentes aspectos que una imagen les transmite, acudir al recuerdo es una herramienta que este utiliza para enumerar la cantidad de sentimientos que las representaciones generaron en ellos, pues esa es la principal función de las mismas, ir más allá de lo simple visto y por más que se quiera evitar siempre será así.
Las imágenes pueden tener cualidades reflexivas, las cuales generan contenidos y realidades, pero también tienen una característica indexical, que posee comunicación y es un agente de la misma, que produce que esté sujeta a diferentes interpretaciones, algunas veces erradas y otras que están ligadas a realidades vividas, pues a través de estas se puede comprender la realidad y la razón de las mismas.
Cuando nos referimos a un grupo social y cultural como lo es La Guardia-Albi Roja Sur, la imagen como discurso material cumple una función indispensable en el reforzamiento y estructuración de identidades grupales y culturales. Las imágenes que se muestran aquí (foto 3 y foto 4) representan, en primera medida el significado profundo de las emociones que su equipo genera en los hinchas, “unidos por un mismo sentimiento”, es decir, unidos por Santa Fe. Además, la imagen número 4 es una “imagen dentro de una imagen” que representa varios de los acontecimientos más históricos del club, que por medio de la memoria ayuda en la estructuración de identidad, anteriormente expresada, de los miembros de la barra brava.
Los famosos tifos presentes domingo a domingo cada semana en el Estadio el Campín de Bogotá son las expresiones artísticas que más caracterizan a estos grupos. Su capacidad de expresar por medio de imágenes y símbolos el sentimiento que tienen hacia su equipo y el fútbol es verdaderamente envidiable, pues no muchos son capaces de suscitar emociones tan fuertes en un grupo de personas con simplemente una imagen acompañada de algunas palabras.
Sin embargo, dichas representaciones artísticas no sólo se encuentran y se concentran en el estadio, en su “templo”.
La calle, la vía pública también es el lienzo de La Guardia Albi-Roja Sur para expresarse y transmitir hacia la sociedad el amor que tienen hacía, en este caso, Independiente Santa Fe. Los graffitis en paredes, andenes e incluso señales de tránsito hacen parte de los significados que los miembros de esta barra brava quieren reflejar, dentro de ellos podemos resaltar superioridad y dominación de territorio frente a demás hinchadas de diferentes equipos de la ciudad, en resumen un acto simbólico de jerarquía.
Aquí es donde la importancia de los murales como portadores de sentidos y significados dentro de la sociedad y, sobre todo, dentro de las barras bravas entran en juego. Estos, al igual que la imagen y la fotografía, cumplen con la función de reflejar la realidad, de reforzar la identidad de determinados grupos y estructurar los ideales de la misma.
No obstante, estos poseen un factor a favor que los hace totalmente diferentes a las demás expresiones artísticas. Estos buscan significar y comunicar cosas, al tiempo cimentar discursos. Los murales, junto con los graffitis, son las representaciones artísticas más populares dentro de la sociedad en general, ya que traen a la actualidad escenas de la cotidianidad, por ejemplo personas y traen consigo factores que pueden estar por fuera de la imagen material, como la rememoración, pues muchas veces los murales son vistos como monumentos, en esta ocasión, una vez más, buscando dominación y superioridad alrededor de toda la capital del país frente a otras barras bravas.
“No son 90 minutos, es toda la vida”. Lema expuesto el 17 de octubre del presente año en el Clásico Capitalino frente a Millonarios en la tribuna oriental del Estadio El Campín. Esta es una frase que da pie a abordar una de las expresiones artísticas más populares, junto con los murales, alrededor del mundo y estos son los tatuajes. Durante años, desde los soldados y marineros estadounidenses; tribus samoanas, la mafia japonesa, Yakuza, y demás, estas representaciones en la piel de los humanos han expresado y representado muchos significados personales, comunes y colectivos. Cumplen la misma función de la imagen como discurso material, pues su sentido va más allá de la simple observación, conmemoran y rememoran acontecimientos, aún más cuando están en el cuerpo humano y son para toda la vida, tal como se puede apreciar en la imagen 9. Aquí, las barras bravas y el fútbol no se quedan atrás, es más son de las prácticas que más ejecutan los miembros de estos grupos y los amantes al deporte, pues su amor es tan grande y va más allá de cualquier cosa, que llevarán a su equipo en su cuerpo hasta la muerte.
A continuación, se mostrarán algunas fotografías de miembros de La Guardia Albi-Roja Sur que han decidido transportar el sentimiento y emociones por su equipo a su piel y para toda la vida, ya que con sus tatuajes, como se mencionó anteriormente, reforzarán su identidad como grupo cultural, de igual manera la identidad de cada uno de los integrantes que tienen símbolos de su equipo plasmados en la piel. El escudo, sus colores, frases, leones, animal representativo de Independiente Santa Fe; y siglas de la barra brava son algunos de los tatuajes que más se repiten dentro de los hinchas del equipo capitalino. Desde siempre, y sin importar el contenido superficial de estas expresiones, lo que realmente toma importancia es lo que subjetivamente el tatuaje significa, en este caso haciendo referencia y énfasis al Independiente Santa Fe y el fútbol.
Todas estas expresiones y representaciones artísticas aquí expuestas, como tifos, mosaicos, graffitis, murales y tatuajes son un fiel reflejo de las prácticas sociales y culturales de grupos como lo son las barras bravas, en este caso La Guardia Albi-Roja Sur. Dejando de lado las problemáticas que rodean a toda esta cultura popular presente, no sólo en Colombia, sino alrededor de sudamérica y el mundo, como se plasmaba al inicio de este artículo, lo que para muchos simplemente son 22 personas detrás de un balón golpeándolo, para otros va más allá de sólo el espectáculo. El deporte, su equipo se transforman en un estilo de vida, una religión, una constante montaña rusa de emociones que se transmitirán a través de canciones, murales, tifos a toda la población. Los significados que estas personas le dan a una “simple” pelota, a un “simple” escudo, a unos “simples” colores no serán entendidos por todos los miembros de una sociedad, no todos lograrán comprender lo que estos símbolos significan para los hinchas.
David Alejandro Salgado Buitrago*
Estudiantes de Comunicación social
Universidad Santo Tomás
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ARTE-FACTO Revista de Estudiantes de Humanidades. ISSN 2619-421X (en línea) octubre de 2021 No. 20