Norberto Vargas Prada*
Alexander Álvarez Ramírez**
Nadie tiene libertad para ser libre, sino que
al no ser libre lucha para conseguir su libertad.
Paulo Freire
El ciudadano en la medida que adquiere conciencia de la importancia de la educación, desarrolla un nivel alto de participación activa en la sociedad y en la cultura. La educación y la política ciertamente están unidas entre sí como aquel insumo esencial que forma un tejido social democrático y va adquiriendo la capacidad de tomar decisiones políticas desde la formación ciudadana. Por lo tanto, una buena pedagogía en la educación permite que los ciudadanos sean libres y entiendan los principios elementales de la sociedad; como el respeto a los Derechos Humanos, la igualdad de oportunidades, participación ciudadana y la toma de decisiones.
En este sentido, aparece la figura importante de dos pensadores, Paulo Freire y Antonio Gramsci, ambos de continentes distintos, pero, con un pensamiento común. Ellos coinciden en que el ciudadano debe ser el constructor de la política, la cultura y lo social. En el cual, se enfocan en el aspecto de la función del intelectual desde la educación para que el sujeto sea consciente de su entorno social y transforme la sociedad al apropiarse de su historia como un intelectual comprometido.
Por esto, la educación para ellos será fundamental, si para Freire la educación permite despertar la conciencia histórica ciudadana, para Gramsci es indispensable para la participación política; que le permite al colectivo social comprender y tener una visión amplia de los problemas políticos, sociales y culturales de la sociedad.
Ahora bien, con los anteriores antecedentes, este ensayo se propone responder ¿cómo se vincula en el ciudadano una dimensión política y educativa en el pensamiento de Paulo Freire? ¿De qué manera este vínculo entra en diálogo con el pensamiento de Antonio Gramsci? Para esto se inicia, teniendo presente que Paulo Freile (1921-1997) es proveniente de Recife un estado brasileño de los más pobres, donde iniciaría su camino de educador a través de los estudios de filosofía y psicología del lenguaje en la Universidad de Recife, al ser nombrado Director del Departamento de Educación y Cultura del servicio social en el estado de Pernambuco emprenderá su camino pedagógico latinoamericano necesario para la educación en el siglo XX.
De este modo, el pensamiento de Freire se hace clave en la medida que descubre el tejido social de una educación domesticadora que denuncia su esencia elitista, discriminadora y conservadora que promueve una masa sin conciencia crítica, sin compromiso político y cultural. Sin dejar atrás, su fuerte crítica a la educación bancaria que solo hace recopilar información, como si fuera un banco de conocimientos sobre los educandos, pero que en últimas no hay un proceso realmente formativo capaz de generar un pensamiento para la vida en el estudiante.
Además, vincula la dimensión política e intelectual en el desarrollo de la conciencia social ciudadana en el que la educación presenta un elemento consiente y participativo, donde se hace necesario tomar en cuenta su pedagogía del oprimido en la cual afirma, Freire (2005) que; “en el fondo es la pedagogía de los hombres que se empeñan en la lucha por su liberación” (p.53).
En contraste, Antonio Gramsci (1891-1937) italiano nacido en Ales, Cerdeña, filósofo, político, sociólogo, periodista, propuso una nueva mirada sobre la conciencia colectiva en lo político, y por ende un impulso a los intelectuales que él denomina como orgánicos, un nuevo intelectual comprometido con el cambio en una forma integral y activa que apuesta por un paradigma histórico-social, que no solo se transforme en las aulas de clase, sino que se vincule en todos los medios políticos, sociales y culturales, para que sea un verdadero intelectual orgánico, que para Gramsci quiere decir, según Jardón (2021):
Un militante que no está por encima de la gente. Esta relación orgánica es reconocida y aceptada políticamente para defender mejor otra concepción del mundo. Un nuevo intelectual constructor y organizador de la hegemonía, que persuade permanentemente. Orgánico, metáfora que recoge de Bergson y también de Sorel, es sinónimo de sistemático, de reflexión muy metódica. (p.13)
La educación en diálogo con la política: la conciencia social del ciudadano - Freire y Gramsci
Paulo Freire pone en diálogo al tejido social latinoamericano en que se transforma en un grito de esperanza para las nuevas generaciones, logrando penetrar dentro de la estructura dinámica de la cultura y la sociedad. Se reconoce la necesidad de un despertar consciente que se puede hacer desde la educación, la cual se estreche la mano con la función política que cada ser humano tiene como elemento natural en lo sociable y su compromiso con la realidad.
La búsqueda de ese diálogo entrelazado con un despertar de conciencia latinoamericano se denota en todos sus escritos, la participación ciudadana, la alfabetización, el rechazo hacia esa educación bancaria, el impulso que hace en la pedagogía de la pregunta. Freire tiene un pensamiento político educativo claro para la construcción de la sociedad latinoamericana. De este modo, Lima, Soto y Mora (2019) citando a Freire afirman que
[s]u concepción de educación y, lógicamente, su propuesta educativa que había mostrado un resultado altamente positivo en la experiencia… consistía en afirmar que todo acto educativo es un acto político, por lo que la educación contiene la potencialidad de la transformación de la sociedad por intermedio de una conciencia crítica de la realidad, tarea que tanto el educador y el educando deben asumir en el acto educativo. (p.7)
Por lo tanto, Freire presenta al intelectual ante todo como visionario consciente de la realidad social y comprometido con su entorno. Esto es ser un agente activo intelectual. Dada esas características necesariamente el intelectual por inercia se lanza a la función política, porque el conocimiento, las ideas, lo aprendido lo lleva a revisar su entorno en donde habita y emprende así una tarea ardua de pedagogía de la respuesta.
De esta manera, construir una conciencia social, que según Jardón (2021) citando a Gramsci
[s]upone el liderato político, intelectual y moral. Supone la transmisión de una visión informada y crítica de la realidad. No consiste en una imposición. Se consigue por convencimiento, haciendo mucha pedagogía. Construir consensos y decir la verdad son aspectos fundamentales de la hegemonía. Es una forma de conciencia, es un hecho de conocimiento (p.18).
En definitiva, la conciencia social-histórica del ciudadano se alimenta de la educación que orienta al compromiso político y cultural. Para Freire, el enfoque de aprendizaje en la educación tiene elementos para la transformación social. Esta transformación basada en el diálogo entre el maestro y los estudiantes en igual de condiciones para la construcción del conocimiento del sujeto, adquiere un sentido de liberación del sujeto educativo, es decir, en la autonomía de los estudiantes apoyados en la reflexión crítica sobre la realidad y las decisiones acertadas para transformarla.
Esta liberación educativa de Freire está en sintonía con Gramsci desde la política y la educación, en que ambos creen que el cambio social se logra por medio de una transformación consciente del individuo. Por lo tanto, es el proceso educativo que se permite la reflexión crítica y la toma de consciencia sobre las realidades sociales, políticas y culturales y los lleva a la acción. Por eso, para Gramsci el proceso de la educación en los ciudadanos es esencial para organizar una conciencia colectiva que empuje por convencimiento a los grupos sociales a defender sus derechos.
De esta manera, el pensamiento educativo y político está íntimamente relacionado entre Paulo Freire y Antonio Gramsci; enfocado en despertar la conciencia social del ciudadano participativo por medio de la educación; ambos afirman que la función del intelectual – docente son motores para promover el cambio social, fomentar la reflexión crítica y la toma de conciencia. Ideas que penetran en el tejido social ciudadano en el compromiso como sujeto colectivo para ser partícipe de las decisiones reales y el fortalecimiento de la democracia ciudadana para impulsar una conciencia activa en la sociedad.
Referencias
Freire P. 2005. La pedagogía del oprimido, México; Siglo XXI Editores S.A de C.V
Kohan, W. 2020. Paulo Freire más que nunca: una biografía filosófica, Buenos aires: Clacso.
Freire P. (1989). Virtudes del Educador. Quito: Campaña Nacional de Alfabetización Monseñor Leónidas Proaño.
Muñoz, D. 2014. La relación pedagogía y política en la obra de Paulo Freire: Hacia una filosofía crítica de la educación en América Latina, Medellín; Revista Ratio Juris.
Giroux, H, 2021. Paulo Freire y la política de la pedagogía crítica: Un legado para la lucha. Universidad de Chile, Revista Enfoques Educacionales.
Jardón, I. (2021). A vueltas con Gramsci, en el centenario de la creación del PCI. Fundación 1 de mayo, informes, 25.
Lima, J.; Soto, D. Mora, J. (2016) Paulo Freire y la Pedagogía Crítica: su legado para una nueva pedagogía en el Sur. Revista Iberoamericana de Estudios en Educación, Araraquara, v. 15, núm. 3, pág. 1072–1093, 2020. DOI: 10.21723/riaee.v15i3.12472.
Norberto Vargas Prada*
Alexander Álvarez Ramírez**
Estudiantes de Licenciatura en Filosofía y Letras
Universidad Santo Tomás