Juan Manuel Campuzano Vélez*
Como todo arte debe ser cultivado y cosechado
Fruto del tiempo, su pasar, su pesar y lo que dejo de lado
Con tanto color con que veía iluminado
Sin darme cuenta de cuantas luces he apagado.
Algunos dirán que es bueno perderse para encontrarse
Pero es que ya no hay nada con lo cual hacer contraste
Y aunque lo único que recuerdo es tu blanca sonrisa
Te doy gracias por acompañarme en la mayor y última extraviada de mi vida.
Si miento, diría que no estoy perdiendo mis cimientos
A lo único que le encuentro sentido es a mis sentimientos
A veces olvido sus nombres pero siempre lo intento
Dar todo de mí, por mis hijos y por mis ancestros.
Aunque, encendido el olvido vivo el día a día diferente
A veces no recuerdo quien soy, me siento omnipresente
Otros dirán, perder es ganar un poco dímelo de frente
Que veo mi reflejo cada vez más lejos, hoy me vi ausente.
Puedo nadar en lagunas de décadas convertidas en océanos
Y como se me olvida nadar, naufrago, por eso casi no nos vemos
Miro mi reflejo y pienso que con ese sujeto nos parecemos
Pero como siempre digo, caras vemos, corazones no sabemos.
Juan Manuel Campuzano Vélez*
Estudiante de Psicología
Universidad Santo Tomás
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y
no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
ARTE-FACTO Revista de Estudiantes de Humanidades. ISSN 2619-421X (en línea) abril de 2020 No. 14