Yhoalibeth Piedad Hernández Reyes*
Carolina Angarita fue mi compañera en el colegio cuando yo cursaba octavo de bachillerato y ella noveno en el año 2017, nos conocimos por tener amigos en común, ella ya había atravesado por difíciles circunstancias debido a la enfermedad que padeció, desde el primer momento la reconocí como una persona fuerte y digna de admirar con una personalidad llena de luz que motivaba a todos a su alrededor gracias a su esperanza y positivismo incluso en las peores situaciones, ella adora la natación y lucha por siempre poder practicarla, pues era y es su lugar feliz desde que tenía 6 años.
El octubre del 2017 en un descanso en el colegio me buscó ya que necesitaba que la escuchara, y empezó a contarme sobre su historia de vida en especial de esa difícil etapa, me explicó que en un inicio le tenía mucho miedo al agua y no se atrevía a nadar en ningún viaje o lugar que involucrara una piscina, pero veía a todos divirtiéndose así que se atrevió y quedó fascinada, tanto que por su motivación su familia decidió inscribirla a cursos de natación en donde desarrolló sus habilidades y se destacó.
Sin embargo, una noche de mayo del año 2015 cuando ella tenía 14 años comenzó a sentir un leve dolor en su tobillo, no se preocupó, pero al ser este constante, se dirigió al médico en donde después de una radiografía en la cual se veía la parte inferior de su pierna izquierda, la imagen registraba los huesos y tejidos blandos de la rodilla al pie, no obstante se mostraba un espacio en blanco como si no hubiera nada sobre su astrágalo, así fue diagnosticada con cáncer de tibia y peroné.
Al siguiente día de ser diagnosticada empezó con sus quimioterapias, pues el cáncer se expandía con rapidez, ella me dijo que lo más duro no había sido que detectaran su tumor maligno sino la noticia de que tenía que ser amputada su pierna, ya que el cáncer estaba muy avanzado y si no lo hacían este haría metástasis en todo su cuerpo. Al carecer de su extremidad, su día a día y su vida tomó un giro de 180 grados, pues tuvo que aprender a vivir sin esta.
No obstante, pudo contar con el apoyo de personas allegadas en todo el proceso: por un lado para poder tener un soporte como la prótesis contaron con la intervención altruista de la institución educativa y de todos nosotros como compañeros, llevamos a cabo rifas y eventos para recolectar el dinero necesario; también sus familiares y amigos estuvieron presentes: le ayudaban a distraerse con diferentes actividades como dibujar, el colegio o ver televisión, lo cual le permitió ocuparse y pasar su tiempo, pero esto no la hacía sentir completa por ello buscó continuar con la práctica deportiva de la natación.
Carolina, a sus 15 años de edad en el año 2016, después de entender y captar todo lo que pasó y por lo que estaba viviendo, decide volver a la natación, pero de forma profesional, lo cual logra gracias a sus habilidades y talento; ingresa y empieza su carrera deportiva en el complejo acuático, el cual le permitió prepararse e ir a las Olimpiadas Paralímpicas, en donde ha obtenido resultados muy positivos: cinco medallas de plata y una de bronce.
Después de contarme toda su historia en el 2017 y haber depositado toda su confianza en mí, nos volvimos amigas muy cercanas y mientras pasaban los años podía ver cómo todo en su vida cada vez se ponía mejor y todos a su alrededor estábamos muy felices por ella, pues se lo merecía. En el 2019 se graduó siendo una de las mejores de su promoción y actualmente se encuentra estudiando negocios y finanzas internacionales, además de hacer parte de un nuevo proyecto como princesa de Disney y seguir obteniendo medallas y logros que la visualizan para hacer parte de los Juegos Paralímpicos próximamente.
Solo podemos hablar de la gran motivación que es la historia de vida de Carolina Angarita para todos, en especial para aquellas personas que estén pasando por una situación cercana y difícil. Ella enseña que nunca hay que rendirse y menos con lo que te hace feliz, no está diciendo que todo haya sido color de rosa porque por un largo tiempo tuvo mucho miedo, tristeza y la incertidumbre de lo que iba a pasar con su vida y con su cuerpo, pero es la forma en la que nunca perdió la fe y esperanza la que la hace un ejemplo de vida para muchos que solo se centran en la incapacidad y no la convierten en una posibilidad.
Para finalizar, la protagonista de esta historia María Carolina Rodríguez Angarita quiso trasmitir un mensaje desde su entrevista: “hoy en día me hace pensar que aunque no tengo mi pierna, y que he pasado por muchos problemas de salud, también he logrado muchas cosas en mi vida, gracias a todas las personas que me han apoyado. Mi mensaje es que nunca dejen de seguir sus sueños, y que ellos no van a venir por sí solos, si quieren lograrlos tienen que trabajar muy duro y promoverán todo el esfuerzo, tiempo y trabajo que les han invertido, no se rindan y dense una segunda oportunidad”.
Referencias
Experiencia cercana
Diario de campo realizado
Anónimo., 2020. Video en contexto ESPN. https://videoencontexto.com/maria-carolina-rodriguez-angarita-una-emocionante-historia-de-vida-y-superacion/
González, O., (2021). Noticias RCN. https://www.noticiasrcn.com/bogota/premiada-nadadora-paralimpica-comparte-su-historia-de-superacion-385715
Yhoalibeth Piedad Hernández Reyes*
Estudiante de Cultura Física
Universidad Santo Tomás