Andrés Felipe Hernández Rojas*
Este año se conmemoran 36 años de una fatídica situación que marcó la historia de nuestro país. El 6 de Noviembre de 1985 siendo aproximadamente las 11:30 a.m. de la mañana una aturdidora situación en el centro de la capital marcó una historia con caudalosos ríos de sangre y llanto de muchos inocentes, y aun a pesar de muchos años continúa en nuestra memoria y sobre todo en la memoria de aquellas personas que se convirtieron en víctimas de este hecho “la operación Antonio Nariño por los derechos del hombre”, llamada así por los actores de este flagelo o más conocida por nosotros como la toma del palacio de justicia a manos del grupo guerrillero M19.
Quienes perpetraron el palacio de justicia, ubicado en la plaza de Bolívar de la capital frente al Congreso y a una cuadra de la casa de Nariño, 7 Militantes del M19, ingresaron por la puerta principal del palacio sin ningún problema, otros 28 ingresaron en camiones por el parqueadero y dos más se hicieron pasar por estudiantes de derecho y se encargaron de tomar los pisos restantes. Situación donde estuvo en juego la vida de muchos inocentes trabajadores y transeúntes, quienes se convirtieron en fichas de parqués a manos del militante del M19 Álvaro Fayad quien planeó y trazó el plan que marcaría toda una historia en nuestro país; 28 horas de desasosiego vivió la población capitalina temerosos y a la expectativa del desenlace de esta cruel situación.
Conozco de manera indirecta la situación que se vivió en esas lamentables horas eternas llenas de horror, lágrimas y desesperación a voz de una exempleada de la cafetería quien presenció este hecho abrumador. Ella me pide proteger su identidad pero para el desarrollo de esta crónica le llamaremos Marina Posada, una sobreviviente de este holocausto y quien hoy en medio de recuerdos y a sus 62 años de edad me comparte su historia…
Una fría mañana capitalina del año 1985 más precisamente el miércoles 6 de noviembre en el centro de la ciudad de Bogotá en un día habitual, los integrantes del grupo guerrillero M19 se filtran dentro del palacio de justicia secuestrando a más de 350 personas entre empleados, magistrados, consejeros de Estado y visitantes, convirtiéndolos en sus rehenes por más de 27 horas y dejando un fatídico saldo de aproximadamente 100 muertos y muchos desaparecidos, cuyo paradero aún en nuestra actualidad se desconoce.
De primer plano todo fue muy “tranquilo” los aproximadamente 40 hombres que ingresaron al palacio con armas se dispersaron rápidamente sin agredir a nadie, solamente gritando que eran integrantes del grupo M19 y que no les harían daño, únicamente querían hacer una tregua y poder llegar a negociar con el Gobierno debido a que en días pasados se había incumplido un pacto del cese al fuego. Se manifiesta que estos hombres ingresaron por la cafetería y a las personas que estaban allí las hicieron acurrucar en el piso sin mediar más palabras. Claramente se sentía un temor latente pero en medio de todo, la situación se podía controlar. Pasados algunos minutos se empezaron a escuchar gritos de auxilio de otros niveles del palacio, lo cual empezó a deshacer la calma ya que desde el interior alguien logró comunicarse con las afueras del palacio y con los medios periodísticos para contar lo que estaba ocurriendo. Esto fue desencadenando segundo a segundo la desesperación de muchas personas de afuera y a generar incertidumbre entre ellos mismos, inmediatamente se empiezan a escuchar disparos, detonaciones y gritos, lo que fue empeorando cada vez más la situación.
Los altos mandos de las fuerzas armadas de Colombia decidieron recuperar el palacio a través de un operativo militar, el Ejército Nacional, bajo el mando de Belisario Betancourt en ese entonces presidente de la república, empezó a rodear el Palacio con tanquetas para recuperar el edificio; en medio de su afán por ingresar y acabar con aquellas personas que hacía varios minutos habían irrumpido con la tranquilidad del día se inicia un tiroteo constante de ambos lados.
El magistrado Echandía solicita el cese al fuego de parte del Ejército Nacional ya que el grupo guerrillero había manifestado que solo necesitaban entrar al diálogo, a lo cual el presidente y el ejército hicieron caso omiso. Por lo tanto, empeoró el momento, Marina cuenta que al interior del palacio solo había oscuridad y por el humo del bombardeo no se podía ni observar las caras entre ellos mismos lo cual les dio la oportunidad a muchos de ellos para salir corriendo e intentar resguardarse, ella logra salvaguardarse en un baño ubicado en la parte posterior del palacio donde solo tenían acceso los empleados, solo a la expectativa de que podría pasar con su vida. Asegura que estuvo resguardada en este baño por más de 20 horas en las cuales no hubo ni un segundo de calma ya que solo se escuchaban disparos y detonaciones muy fuertes.
Pasadas las 7:00 am del 7 de noviembre el presidente Betancourt acepta dialogar con el grupo armado y ordena al director de la Policía Nacional darles el mensaje, cosa que no se pudo hacer hasta la 1:30 p.m. debido a la mala comunicación. El grupo M19 libera al consejero de Estado Reynaldo Arciniegas con el fin de llevarle un mensaje al presidente, que se permita el ingreso de la Cruz Roja para empezar a negociar, sin saber que la orden del cese al fuego no fue cumplida. El ejército logra la retoma del palacio de justicia después de 28 horas de guerra dando por finalizado este holocausto.
Una vez terminada la retoma del Palacio periodistas empiezan a documentar los sucesos que no pudieron documentar durante las 28 horas de la toma debido a que el presidente prohibió por completo mostrar en radio o noticias lo que estaba ocurriendo; miembros de la policía, soldados y la defensa civil empezaron a sacar a los sobrevivientes y a los más de 100 cadáveres, entre ellos guerrilleros, civiles y militares.
Marina cuenta que se escuchó una explosión muy fuerte en los baños y a los 20 minutos ya había acabado todo; la policía y los soldados habían entrado a salvar a los rehenes y a sacar los cadáveres, “aunque un poco tranquila al saber que ya había acabado todo esto, era inevitable no llorar viendo a todas las personas inocentes que murieron, cuerpos calcinados, personas heridas y al ver cómo había quedado el lugar”.
Pasados los días Marina Posada dice haber visto con vida a sus dos compañeros de trabajo, el administrador de la cafetería y la cajera luego de que todo terminó, dice haber cruzado miradas al salir del palacio con ellos pero en ese momento estaba desconcertada solo quería ir a casa. Días después se entera de que hay 11 desaparecidos entre ellos sus dos compañeros, cosa que no se explica, pues se supone que ya estaban a salvo. Aun después de tanto no supo nada de ellos; hace unos pocos años pasaron de 11 desaparecidos a 6, según medicina legal logró reconocer unos cadáveres de ese día, pero aun así entre esos 6 desaparecidos se encontraban sus dos compañeros. Luego de investigaciones se logró ver por cámaras que estas dos personas habían salido con vida de este lugar y habían sido llevados a la Casa del Florero a unos pocos metros del lugar. Pero nunca más se supo de ellos hasta el día de hoy, esto fue algo que marcó mucho a Marina ya que dice que si ella se hubiera quedado con sus compañeros mientras todo pasó tal vez no estaría contándome su historia. Por esto siempre lo recuerda como si hubiese sido ayer.
La hipótesis más creíble de la investigación es que los militares fueron los culpables de estas desapariciones ya que otras personas afirman haber sido torturadas después de estar a salvo por ellos y no hay muchas opciones de más al ver que salieron con vida del lugar y se dirigieron a la Casa del Florero escoltados por los militares. Es una simple hipótesis, pero es la que más se acerca a la realidad con base en los hechos y las investigaciones, pero en realidad los únicos que saben qué pasó fueron los militares y hasta el día de hoy nadie se atrevió a decir nada; por eso lo más seguro es que nadie nunca va a saber qué pasó con estas personas.
Referencias bibliográficas
Behar, O. (2021). Noches de humo: Los protagonistas de la toma del Palacio de Justicia (1.a ed.). Icono Editorial.
Prieto, C. (2021). Centro Nacional de Memoria Histórica https://centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/palacio-de-justicia-30-anos/el-palacio-y-el-cine.html
Andrés Felipe Hernández Rojas*
Estudiante de Estadística
Universidad Santo Tomás