Laura Milena Velosa Cabezas*
5 de septiembre de 2021, 1:33 p.m.
Hoy estoy sentada conversando con mis pensamientos, miro hacia el pasado, un poco sorprendida por todo lo que ha cambiado mi entorno, este presente es tan irreal como las películas que veía en mi adultez. Desde que llegué a este mundo en un día de 1938 todo simplemente avanza, mi niñez… es mejor no recordarla, solo recuerdo a mi mamá triste y unas cuantas travesuras con mis hermanos con los duros castigos. Éramos 7, 4 hombres y 3 mujeres, ojalá dos de ellos estuvieran aquí. Una familia un poco numerosa para mi estilo, ojalá hubiese existido los anticonceptivos en esa época, la pepita mágica.
En el hogar está la mujer y en la calle está el hombre, quién sabe cuántas habrán abandonado sus sueños con esa clase de enseñanzas, así es como era, afortunadamente pude terminar el bachiller y trabajar a los 18. Bueno, ahora el bachiller es solo un logro más para seguir estudiando, antes era bachillerato comercial, como un técnico, así salir de una vez a trabajar. La educación ha cambiando mucho, recuerdo que me pegaban un reglazo cada vez que hacía algo malo, es un alivio que eso no le tocó vivir a mis hijos, gracias a Dios ellos pudieron salir adelante. En cambio a uno, bueno, lo que fuera para conseguir plata.
Es increíble cómo han avanzado las cosas, desde la desaparición de las radionovelas cuando llegó el televisor hasta la invención de las toallas higiénicas, ¡ese si es un gran invento! En mis memorias está la famosa novela Derecho a nacer, mi mamá la escuchaba conmigo, también el viaje con mi padre a San Andrés para conseguir el televisor, mejor dicho, conseguir todo, qué bonita era la isla en ese entonces.
También recuerdo lo duro que fue mi empleo como secretaria, un martirio cuando estuve embarazada y me la pasaba con sueño, luego pasé a asistente en Avianca, un trabajo tortuoso para conseguir transporte diario.
Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos, cuando me casé, tuve mis dos hijos, salí del trabajo a pensionarme… Cuando salí del trabajo sentí que había dado todo de mí, aún está fresco en mis recuerdos el susto entre las secretarias cuando llegaron los computadores, en esa época ya me había pensionado; sin embargo, el pánico entre mis amigas que aún seguían trabajando era notable. Qué susto tan lento e inútil, como si el resto de la gente hubiese sabido cómo se utilizaban apenas los vieron.
Debo admitirlo, fue un poco triste cuando poco a poco se empezaron a desemplear secretarias… Ahora solo vivo un sueño de niños.
Yo ya estoy vieja, y aún así, en una abrir y cerrar de ojos ya me encuentro en el futuro que relataban las películas de ficción, desde que llegó el internet y los celulares todo simplemente fue avanzando sin frenar, si me encontrara con mi yo de joven tal vez nunca hubiera creído lo que existe hoy en día. El mundo en el que crecí ya no existe, solo en las páginas de historias.
Las novelas que solía escuchar, la educación que solía recibir, la manera de ver el mundo, todo ha cambiado, ahora solo existe el recuerdo.
Ilustración 1: yo conversando con la entrevistada.
Fuente: elaboración propia
Es nostálgico, hoy que me senté a hablar con mis recuerdos no puedo evitar extrañar el pasado, las cosas cambian rápidamente y quién sabe qué me falta por ver. Hoy en este día tan bonito que hace fuera de la cuidad con mis hijos y nietos. Tal vez mis nietos no entiendan nada de lo que habla mi cabeza, ellos ya nacieron con estos avances, yo simplemente no puedo imaginar qué hubiera sido mi vida con todo esto. Solo le rezo a Dios que puedan vivir bien, yo ya viví lo que tenía que vivir, es suficiente con eso.
Le pido a Dios y al cielo que esta noche pueda soñar estar en el mundo que extraño, solo una vez, al menos para avivar esas pequeñas moronas de lo que es mi historia.
Ilustración 2: vista panorámica del lugar de la entrevista
Fuente: elaboración propia
No tengo nada más que decirme a mí misma, prefiero descansar en esta hermosa vista y disfrutar el presente.
Referencias
Mejía, D; Ramírez, M; Tamayo, J. (2008). La educación primaria y secundaria en Colombia en el siglo XX. Borradores de economía 005128. Banco de la República. Tomado de: https://ideas.repec.org/p/col/000094/002992.html
Monfort Sánchez, N. (2013). Internet: de la rapidez a la inmediatez. AdComunica, 269-71.Tomadp de: https://doi.org/10.6035/2174-0992.2013.5.20
Pachón, X. (2007). La familia en Colombia a lo largo del siglo XX. Academia. Universidad Nacional de Colombia.
La protagonista de este relato me ha dado su consentimiento para escribir su historia.
Laura Milena Velosa Cabezas*
Estudiante de Diseño Gráfico
Universidad Santo Tomás