Claudia María Moreno Gómez* y Jeison Andrés Cardona Zuluaga**
Este corto artículo busca mostrar el arte como parte importante en la construcción del género humano, tanto como para constituir un elemento importante para las generaciones de todos los tiempos; de manera prominente los humanos en cada época se han expresado por medio del arte y han generado reacciones importantes en los receptores, quienes a su vez cumplen una labor en la constitución de la obra, por ello es del interés de los autores constatar que las obras de arte pertenecen tanto a artistas como a receptores y por ello hacen parte de la constitución antropológica del hombre.
El arte ha sido de gran importancia para el desarrollo de la humanidad. La vida misma vida humana se encuentra plagada de elementos estéticos; el homo sapiens sapiens (Rodríguez López, 2005), como tradicional y científicamente se lo reconoce, se preocupa por la apariencia de su entorno, de sus objetos y de sí mismo. En la misma naturaleza humana parece haber elementos que hacen que el hombre sea un ser estético; tanto, que en algunas culturas, por hacer del cuerpo de las personas una obra de arte, no importa tallar la piel, expandir los órganos libres de huesos, someter a presión el cuello y otras partes del cuerpo para que estas se alarguen o modifiquen de alguna manera (Gray, 2015); todo esto sin importar el dolor que se tenga que sufrir, y solo un por gusto estético.
Es innegable que las culturas ancestrales se han manifestado por medio del arte y que en la más reciente contemporaneidad han cambiado los modelos, pero no las expresiones artísticas, tan es así que se presenta la evidencia de las famosas Venus precolombinas, además de las manifestaciones que en la actualidad son más diversas e inesperadas. Con esto se confirma que la vida de la humanidad se constituye en múltiples manifestaciones artísticas para configurar el arte del arte.
Hay investigadores que afirman que el hombre del paleolítico fabrica elementos ‘artísticos’ ligados a celebraciones rituales de fertilidad y prosperidad, característica que conservan las hermosas Venus 1 halladas como muestra de la existencia de diferentes culturas. Aunque a este respecto todo es hipotético parece ser que las representaciones ancestrales del arte tenían carácter ritual o estético con intención artística, por más que este concepto se remonte al homo sapiens sapiens (Rodríguez López, 2005). Esto da cuenta de la capacidad intelectual y de la apertura espiritual, análoga en todo a la contemporaneidad según afirma la autora referida a renglón inmediatamente anterior.
Luego de pasar por un arduo y complejo periodo de evolución del arte, es posible percatarse de la intención comunicativa, pero no tan simple como la comunicación ordinario, sino a un nivel superior, espiritual; ya sea ligada a rituales sagrados (Grisales, 2002) o a la expresión de los más íntimos sentimientos del ser humano.
En la más reciente actualidad –arte contemporáneo- (Hakim, et al., 2014) hay múltiples visiones del arte y de sus funciones en la constitución del género humano, sin contar las variadas expresiones que van desde la mímesis más perfecta de la realidad a todos sus niveles “hiperrealismo” hasta la elaboración de manchas o la composición de figuras geométricas que buscan representar más que el reflejo escueto del mundo.
Ello sin contar con la carga artística y de identidad cultural que transmiten las artesanías, las mismas que se han convertido en objetos de lujo eminentemente decorativos, “con frecuencia estos objetos se pueden confundir con obras de arte, tanto así que una de las tareas de la estética ha sido tratar de establecer criterios para su diferenciación […]” (Grisales, 2015, p. 9).
Expresiones que pueden ser fácilmente canciones de los artistas; musas inspiradas de grandes teatreros que a la luz de la razón, podrían ser un simple rayo de luz que no comunica, ni expresa, o que simplemente y sin razón se queda en el vacío de quien lo escucha. Sin embargo, para sorpresa de muchos, sin el arte no se contaría una forma diferente de llevar, con los sentidos, melodías expresadas de diversas formas y que envuelve esos sentimientos que a veces se niegan y que no se pueden expresar con la simplicidad del lenguaje, “el artista tiene una vida compleja, sutil, y la obra surgida de él originará en el público emociones tan matizadas que nuestras palabras no las podrán manifestar.” (Kandinsky, 1989).
El arte del arte, es aquella representación artística de total sensación por el mundo. Es una forma de colocar la esencia misma del ser en la que fluyen desde los trazos, las miradas del corazón infinito que no encuentra otro lugar hacia donde dirigir su sentir. Es una expresión de un canto arrullador, bullicioso, aturdecedor, enloquecedor o melodioso de una forma en la que desde el sonoro cruce de las ondas, se mezclan palabras que llenan de aliento a quien la expresa. Es un arte de arte, porque mezcla toda la gama de expresiones que comunican, que enriquecen las miradas con formas diversas en las que se tejen sentires de la vida misma.
¿Qué sería más acorde a la realidad que aquello que sale de la mirada de quien la siente? No sería sino una vaga expresión de la razón que explica y que a su vez no siente. Sería un simple acople sin sentido de palabras, pinceladas, bailes, o canciones que no entendería sino un grupo de personas que sin sentido podrían burlarse de aquello que no entienden.
El arte es arte, por cuanto lleva escritas en sus líneas algunas palabras ausentes de quien no sabe cómo decirlas.
Notas al pie
1 El primer descubrimiento fue la Venus de Bassempouy, en 1893. En 1908 fue exhumada la famosísima Venus de Willendorf en un campo de Loess del valle del Danubio en Austria. Bautizadas ‘Venus’ porque enmarcan el ideal de belleza prehistórico. (Taringa.net, s. f.)
Referencias
Gray, W. (2015). Las 8 Tribus más Alejadas del Mundo Occidental. Recuperado de http://www.redbull.com/co/es/adventure/stories/1331704897069/las-8-tribus-mas-raras-del-mundo.
Grisales, A. (2002). El Arte como Horizonte: del vínculo entre arte y religión en la cultura occidental comtemporánea. Manizales: Universidad de Caldas.
Grisales, A. (2015). Artesanía, Arte y Diseño: una indagación filosófica acerca de la vida cotidiana y el saber práctico. Manizales: Universidad de Caldas.
Hakim, C. (Dir.) (2014). Conceptos de Arte Contemporáneo. Bogotá: NC-arte apoyado por la Fundación Neme.
Kandinsky, W. (1989). De lo Espiritual el en Arte. [E. Palma, Trad.]. México: Pramia.
Rodríguez López, M. (2005). El Arte del Paleolítico Superior (I). Madrid: Universidad Complutense de Madrid.
Taringa.net (s. f.). Evolución de la Figura Humana en la Escultura: Venus Paleolíticas. Recuperado de http://www.taringa.net/posts/arte/18071879/Evolucion-de-la-figura-humana-en-la-escultura.html.
Claudia María Moreno Gómez*
Magister en Psicología Clínica por la Universidad Santo Tomás; Psicóloga de la Universidad Santo Tomás. Docente del Departamento de Humanidades y Formación Integral de la Universidad Santo Tomás; Integrante del grupo de investigación Aletheia.
Jeison Andrés Cardona Zuluaga**
Magister en Educación, Universidad Sergio Arboleda; Especialista en Educación, Universidad Sergio Arboleda; Licenciado en Filosofía y Letras, Universidad de Caldas. Docente del Departamento de Humanidades y Formación Integral de la Universidad Santo Tomás sede Bogotá, auxiliar de edición de la revista Albertus Magnus.
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades
ISSN 2619-421X (en línea) octubre 2017 No. 4