Destino empapado – 2/Marzo – Foto tomada por: Santiago Guzmán Damián Ubicación: Usaquén – Modelo: Diego Rodríguez
*Diego Armando Rodríguez Rueda
Con el paso del tiempo la sociedad mundial ha tenido grandes cambios a nivel tecnológico, cultural y científico. Esto ha hecho que se generen nuevas percepciones del mundo y ha logrado cambiar el pensamiento de cada ser, desde la manera de actuar y las palabras que se deben emplear, hasta como se debe vestir; la influencia de una cultura sobre otra se ve reflejada en las expresiones de apariencia física y material sin tener en cuenta los sentimientos y el autoestima de cada individuo.
Hace unos años la cultura Norteamericana se vio golpeada por una ola de consumismo, dieron a entender que de esta manera podrían salir de la crisis económica por la que estaban pasando. Rápidamente este pensamiento se globalizó y se entendió que el concepto de consumir hacía parte o era igual al concepto de globalizarse.
En la actualidad vivimos en una sociedad consumista, queremos hacer parte de este mundo globalizado y entendemos que si no estamos a la vanguardia en aspectos de moda y tecnología entre otras, no hacemos parte de este mundo; prácticamente, si no podemos sostener una vida de consumo material no podemos hacer parte de esta sociedad.
Esta ‘evolución’ ha llevado a que nosotros como individuos dejemos de lado nuestros sentimientos; excluimos de esa vida consumista el placer y el bienestar propio porque creemos que si los demás se sienten cómodos y felices con los objetos materiales que tienen nosotros seremos iguales, o más grave aún, más felices.
El autoestima es un aspecto fundamental en cada ser, de él depende el desarrollo de nuestra personalidad y el fortalecimiento de nuestra integridad como humano. El estar bajo la crianza de una sociedad consumista y materialista hace que dejemos este punto de lado, pisoteamos la autoestima de los demás con comentarios hirientes y sin sentido que hacemos y dejamos que los demás hagan lo mismo con nosotros. En el siguiente ensayo fotográfico podremos entender como los bienes materiales no nos ayudan a subir nuestra autoestima y así mismo como cosas sencillas y no materiales también pueden destruirlo, finalmente se trata de estar siempre solo, pero en sociedad.
Consumismo mentiroso – 6/Marzo/2017 – Foto tomada por: Diego Armando Rodríguez Rueda Ubicación: Zona T – Modelo: Rocío Rodríguez
Amistades engañosas – 6/Marzo/2017 – Foto tomada por: Diego Armando Rodríguez Rueda Ubicación: Zona T
Modelos: Paula Bohórquez y Rocío Rodríguez
Felicidad vs. Amistad material (I) – 2/Marzo/2017 – Foto tomada por: Santiago Guzmán Ubicación: Usaquén
Modelos: Diego Rodríguez y Daniel Pineda
Felicidad vs. Amistad material (II) – 2/Marzo/2017 – Foto tomada por: Santiago Guzmán Damián Ubicación: Usaquén
Modelos: Diego Rodríguez y Daniel Pineda
Autoestima en los ‘rines’ – 2/Marzo/17 – Foto tomada por: Diego Armando Rodríguez Rueda Ubicación: Usaquén – Modelo: Daniel Pineda
Auto–decepción – 2/Marzo/2017 – Foto tomada por: Daniel Pineda Ubicación: Usaquén – Modelo: David Patarroyo
Futuro es–fumado – 6/Marzo/2017 – Foto tomada por: Diego Armando Rodríguez Rueda Ubicación: Zona T – Modelo: Paula Bohórquez
‘Importaculismo’ – 2/Marzo/2017 – Foto tomada por: Daniel Pineda Ubicación: Usaquén – Modelo: Santiago Guzmán Damián
Vida com–partida – 6/Marzo/2017 – Foto tomada por: Diego Armando Rodríguez Rueda Ubicación: Zona T – Modelo: Paula Bohórquez
Diego Armando Rodríguez Rueda*
Estudiante de Comunicación Social para la Paz
Universidad Santo Tomás Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades
ISSN 2619-421X (en línea) enero 2018 No. 5