Paola Andrea Torres Villate*
Hay un tema de moda este mes en Colombia, el Festival de Cine Francés que se realiza en el país desde el 19 de septiembre hasta el 17 de octubre; este tipo de eventos que transmiten sus contenidos traspasando fronteras y mostrando sus producciones artísticas, tienen cada vez más fuerza en nuestro país, solo para mencionar algunos, está el Festival de cine de Canadá y ahora el cine Francés, que se roba la mirada de la audiencia con una retrospectiva en honor al productor, guionista y director Henri-Georges Clouzot.
La diversidad de géneros cinematográficos están a disposición de todo tipo de audiencias contando con una programación de 30 películas, entre las que se pueden encontrar infantiles y animaciones como Ernest y Célestine en invierno y las que ha denominado los expertos como “películas especialmente para mujeres” entre las cuales están Barbara, Kiss and cry, Félicité, entre otras; un espacio innovador que nos trae el Festival de Cine Francés son las producciones de ciencia ficción con realidad virtual como Mozart 360-Gloria.
Este festival busca incentivar el gusto por el séptimo arte y en especial por las películas inéditas que ofrece, ya que esta puede que sea la única posibilidad de disfrutarlas en Colombia, es por esto que se propone llegar a gran cantidad de público en las principales ciudades de Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Barranquilla, Pereira y a pequeñas ciudades como San Gil y Pasto, entre otras; llegando así a 19 ciudades en total.
Para el estreno del festival para la prensa , fue presentada la película Rock’n Roll de Guilleaum Canet, una comedia al mejor estilo francés que con situaciones un poco exageradas nos deja ver las consecuencias de llevar una vida impulsada únicamente por la apariencia física y el deseo de eterna juventud a través de la historia de un actor que como cualquiera lo pensaría tiene una vida perfecta: fama, dinero y una linda familia, pero que se ve inmerso en una crisis al ser seleccionado solo para papeles propios de un adulto; lo cual lo hace tomar diferentes decisiones que podrían acabar con todo lo que tenía. Pero esto no es todo en esta película, al final nos deja un última idea, el reflejo de cómo las personas que de verdad nos aman, lo hacen sin importar nuestro aspecto físico.
Esta historia propone una reflexión sobre los estereotipos actuales de belleza y que por más que nos enfrentemos a ellos vamos a seguirlos tarde o temprano, que siembran en las personas la idea de que la vejez es un oscuro y tétrico final que nos aguarda y que debemos evitar al máximo, revela también como las industrias se aprovechan de esta idea para alimentarse de las inseguridades ofreciendo. Es importante aceptarnos como somos, ser conscientes del paso del tiempo y aprovechar cada etapa de nuestra vida al máximo.
Películas como esta nos brinda la oportunidad de acércanos de diferentes maneras a la cultura francesa cotidiana, proporcionando a los ciudadanos de a pie que tienen limitadas oportunidades para conocer el mundo, la posibilidad de vivir y sentir a Francia con los personajes y las historia de cada una de las películas.
Paola Andrea Torres Villate*
Administradora de Empresas
Redactora Revista ArteFacto
Universidad Santo Tomás.
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ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades
ISSN 2619-421X (en línea) octubre de 2018 No. 8