Alberth Andrey Garavito Matiz*
Dairo Stevens Nevado Moreno
Son extrañas las maneras que tiene el destino para llevarnos a nuestro lugar anhelado. Exploramos la vida desde tantas perspectivas, que resultamos transitando caminos muy diversos antes de llegar a lo que realmente queremos ser.
En ese orden de ideas, un sendero peculiar recorrió Thomas Lilti antes de empezar su carrera en el cine, pues, primero tuvo que explorar el vasto campo de la medicina antes de aterrizar en la creación del séptimo arte. La experiencia del director francés le ha permitido reflejar en sus filmografías la complejidad que hay detrás de las batas blancas y los consultorios silenciosos propios de la labor. Con cintas como Hipócrates (2014) y Médico de campo (2016) ha hecho un acercamiento a la practicidad de la medicina, sin embargo, en septiembre del 2018 apareció un film que cuenta la complejidad que encierra la preparación de las personas que desean desempeñarse en esta profesión. Primer año nos narra la experiencia académica desde una perspectiva muy real y cercana al ámbito educativo actual, con un matiz humorístico y ameno para el espectador, quien poco a poco comprende las dinámicas de este mundo a partir de las escenas en que se va forjando una amistad, mientras se lucha constantemente por aprender.
Que Lilti haya optado por enfocarse en esta ocasión en la universidad, es algo innovador en relación con sus producciones anteriores, ya que al poner la mirada en este aspecto, el director toca lo que son para la mayoría de las personas, los años más emotivos de su vida. En ella se tienen experiencias gratas, tristes, decepcionantes y un sin fin de emociones que nos van acercando poco a poco a nosotros mismos. Particularmente, en Primer año, podemos ver reflejado todo ello pese a que de entrada se trata de una película que instala al público general en un mundo que muy seguramente le es ajeno, pues en ella como ya se dijo anteriormente, el foco de la historia está puesto en un aspecto muy especializado de la vida: la experiencia universitaria de dos personas que aspiran a cursar la carrera de medicina. Aquí la palabra “experiencia” es fundamental pues en Primer Año encontramos una especie de testimonio que ha sido fruto de una investigación rigurosa en cuanto a los espacios, los tiempos y los procesos que deben atravesar las personas que deciden empezar sus estudios en medicina, a partir de la misma educación que recibió el director Lilti, ya que abarca desde las prácticas entre los estudiantes mismos (sean estos neófitos o no), hasta la manera en que procede la academia a la hora de recibir aspirantes. Es por ello que en la cinta podemos apreciar la fidelidad con que se retratan las realidades de estas personas, sin que la narración se convierta en algo documental o informativo; muy por el contrario se destaca la virtud de hacer pasar al espectador por estas experiencias a través de dos miradas muy humanas y diferentes, que dejan en quien vea esta película varias reflexiones acerca de la vida, la amistad y la academia.
La película relata el encuentro de dos personajes que aspiran a un lugar en la facultad de medicina, aunque cada uno tiene diferentes motivos que los llevan a ello. Por un lado tenemos a Antoine, un joven que ha decidido rotundamente que será doctor, pese a que ya ha presentado dos veces los exámenes sin haber alcanzado el puntaje necesario para poder ingresar a medicina. Por otra parte, está Benjamine, que entra a hacer sus primeros cursos de preparación para ingresar a dicha carrera, sin mucho entusiasmo y convicción, pues desde el principio de la película al igual que a lo largo de ella, se puede notar una cierta indecisión respecto a sus estudios, lo cual se explica al tener en cuenta que aquello que impulsa a Benjamine (a diferencia de Antoine) no es la vocación, sino su relación con su padre, que es ya un doctor profesional.
Mientras Antoine lucha por alcanzar las notas necesarias para poder acceder a medicina, Benjamine se pone al corriente de las dinámicas que se presentan en las clases, adaptándose rápidamente al ritmo de Antoine para estudiar. De esta manera, se va tejiendo una amistad que transgrede las dinámicas propias del mercado académico y sus exigencias; las cuales generan en los aspirantes un espíritu de competencia por alcanzar un cupo en la facultad, al contemplar la inminente posibilidad de fracasar en las pruebas de admisión. Frente a esta situación, nuestros personajes se tienen que enfrentar a vicisitudes familiares, intelectuales, sociales, emocionales y físicas que los hace cavilar sobre la complejidad que encierra ir tras un sueño y también lo que implica hacerse camino en las lógicas de la competitividad educativa. Este film posee en su composición diferentes reflexiones sobre la vida y sus diferentes aristas como: la familia, la amistad, los sueños y la educación, logrando trastocar levemente lo establecido para, por una parte, hacer una crítica al sistema educativo en el cual se ven inmersos los estudiantes de medicina y por otra, dar una perspectiva en la que la amistad surge como una forma de combate frente a la complejidad de la vida personal y académica.
La apasionante e inspiradora historia que se narra en Primer Año será estrenada el próximo 4 de julio en las salas de nuestro país, con un contenido actual y conmovedor que deja mucho para reflexionar y mucho que decir, no sólo a las personas afines a este medio sino a cualquiera que esté inmerso en el mundo de la educación o que alguna vez haya tenido que pasar por esfuerzos y sacrificios titánicos para poder cumplir sus sueños, porque a la larga pese a que el ambiente en el que se desarrollan los hechos es en el del mundo de la medicina, Primer Año habla realmente sobre las aspiraciones de los jóvenes que definen de una manera vehemente el lugar que quieren ocupar en el mundo, sin importar las consecuencias que ello traiga, así como también habla de lo que cuesta mantenerse ante las adversidades mismas de la vida en cualquier ámbito, que sin embargo, pese a lo difícil que pueda ser, siempre se pueden resistir mejor con ese otro que es amigo, hermano y familia como lo refleja la relación que se entabla entre Antoine y Benjamine.
Ficha técnica:
País: Francia
Duración: 92 minutos
Reparto: Vincent Lacoste, William Lebghil, Michel Lerousseau, Darina El Joundi,Benoît Di Marco, Graziella Delerm, Guillaume Clérice, Alexandre Blazy.
Director: Thomas Lilti
Género: Drama
Idioma: Francés
Alberth Andrey Garavito Matiz*
Dairo Stevens Nevado Moreno
Estudiantes de Filosofía y Lengua Castellana
Universidad Santo Tomás
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ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades
ISSN 2619-421X (en línea) julio de 2019 No. 11