La construcción del autoconcepto en bailarinas eróticas

María Paula Cetina, Ana María Silva y Anggie Zuley Vanegas *

El estudio aborda el tema de las bailarinas eróticas y la construcción del autoconcepto, partiendo del contexto en el que se encuentran inmersa. Este último, se encuentra en diversos estudios en los cuales se evidenciaba que la percepción social hacia este gremio es excluyente, haciendo énfasis en la relación recíproca entre contexto y bailarina en la que los actores sociales se sumergen en discursos que influyen en la construcción del autoconcepto.

Es, por tanto, que el estudio tiene como fin comprender si las narrativas de las bailarinas están matizadas por los discursos excluyentes hacia este gremio. Para esto, se utilizó el método cualitativo, el cual busca comprender los fenómenos con una base interpretativa de los significados de las acciones de las personas y sus contextos. Por esta razón, se echa mano de las entrevistas semi estructuradas, con la necesidad de recolectar los discursos sociales en el campo de acción. De esta labor emergieron las categorías y subcategorías para analizar la construcción del autoconcepto de la bailarina erótica. 

Introducción

 En la actualidad el trabajo sexual está relacionado con distintos factores de riesgo entre los cuales se encuentran el consumo de alcohol, cocaína y marihuana, ingresos económicos bajos, abortos, antecedentes de violencia psicológica y sexual, baja autoestima, bajo autoconcepto, problemas depresivos y de ansiedad, bajas oportunidades de empleos dignos, principalmente (Bohórquez & et al, 2010). Trabajos como los realizados por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, evidencian la vulnerabilidad del estamento social de las trabajadoras sexuales, al ser un gremio minoritario expuesto a distintos factores de riesgo que van desde la violencia psicológica hasta la exclusión social.

 También, se encontró que, dentro de este estamento del trabajo sexual, se incluye el de las bailarinas eróticas. Según investigaciones de María Dolores Tena (2010), se evidencia que en este contexto, las bailarinas generan una imagen distinta a la de su cotidianidad, esto produce divergencias con las corporalidades normativas y las construcciones socioculturales.

 Gloria Esther Briceño analiza ciertas construcciones y representaciones sociales sobre el cuerpo femenino y las mujeres, en su trabajo “Danza, cuerpo e identidad: espacios abiertos a la creación y transformación” (2007) evidencia la relación dialéctica entre cuerpo-danza, sujeto y objeto, que confronta y convoca en el campo de lo simbólico. La danza construye la posibilidad de transgredir la propia percepción, lo que describen claramente ese fenómeno subjetivo del desenclave de la identidad propiciado por la danza. En esta medida, la construcción del autoconcepto de la bailarina erótica como persona incluida o excluida en la sociedad se podría matizar por las construcciones socioculturales. Bajo ese argumento el contexto tiene gran influencia en el individuo, que los factores sociales son fundamentales para la construcción de la identidad, más específicamente, del autoconcepto (Berger y Luckman, 1966 citados en Lozano Maneiro, 2003).

 La vida cotidiana se presenta como realidad interpretada por los sujetos, alcanzando significados subjetivos de un mundo coherente. La realidad de la vida cotidiana -la cual el sujeto experimenta en plena vigilia- es objetivada, constituida por un orden de objetos que han sido designados antes de que la persona apareciera en escena. El lenguaje dado en la vida cotidiana proporciona las objetivaciones y dispone el orden dentro del cual éstas adquieren sentido y significado para la persona. La realidad de la vida cotidiana se organiza alrededor del “aquí” cuerpo y el “ahora” presente de la persona. La persona experimenta la vida cotidiana en grados diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como temporal. En esta media lo más próximo a la persona es la zona de la vida cotidiana accesible a la manipulación corporal de la misma.

 Vanessa Renau Ruiz y sus colegas (2013) discuten el autoconcepto desde la perspectiva construccionista social de Kenneth J. Gergen, evidenciando que este se construye por el individuo a partir de la interacción que tiene con su medio y en esta medida las voces del entorno van configurando el autoconcepto del individuo. De igual forma, menciona que la auto observación es fundamental para la formación del autoconcepto, diciendo que las personas pueden convertirse en objetos para sí mismos asumiendo diferentes roles o papeles según el contexto. Estos roles nos dan una idea de cómo somos, ya que al representar ciertos roles nos podemos llegar a convencer de que somos lo que representamos. Retomando el autoconcepto, se puede decir que se establece como una narración dentro de las relaciones sociales. Narramos historias para explicar los acontecimientos que tienen lugar en un acto social, así citando a Gergen “las narraciones del yo no son impulsos personales, sino procesos sociales realizados en el enclave de lo personal” (1996, pág. 259).

Por otra parte, Ruth Strang (1957) expuso cuatro dimensiones básicas del yo. La primera, es el autoconcepto básico que es la visión de la personalidad, la percepción de habilidades, estatus y funciones en el mundo exterior. El segundo, son los autoconceptos temporales que son las ideas de sí mismo que están influidas por el estado de ánimo de un momento o por una experiencia reciente. La tercera, el yo social que es la opinión que se cree que tienen los otros del individuo. Finalmente, el yo ideal que es el tipo de persona que le gustaría ser (pág. 68).

Otras investigaciones también evidencian que las bailarinas utilizan conscientemente una barrera simbólica, emocional y sensorial, entre sí mismas y los clientes durante sus relaciones sexuales, este tipo de disociación corporal es una separación social y psicológica entre la persona interior y su profesión, la cual es utilizada para defenderse frente a la violencia física y simbólica, la opresión y los estigmas sociales que recaen sobre ellas. (Betania Allen & al, 2003)

Método

Diseño

Partiendo del fenómeno a analizar: la construcción del autoconcepto en las bailarinas eróticas, y considerando que tiene características tales como: interacciones, signos, símbolos, lenguaje, aspectos socio-culturales, narrativas y concepciones del yo; el tipo de investigación adecuado para nuestro estudio es de tipo cualitativo. Según Taylor y Bogdan (1987) el enfoque cualitativo hace hincapié en la comprensión de los fenómenos y su base es interpretativa, es decir, busca entender lo que significan las acciones de las personas y sus contextos. En esta instancia la realidad es definida como la interpretada por los actores que participan en la investigación y son fuentes de datos que introducen a la experiencia consciente de los participantes sobre el fenómeno que se estudia.

El enfoque interpretativo que se asignó es el fenomenológico ya que sirve para hacer una descripción de los objetos tal y como están en el contexto de las bailarinas eróticas para evidenciarlo tal y como están en su conciencia, de igual forma este enfoque busca describir las cosas en sí mismas, por ello se realizó una observación participante en el contexto para poderlo analizar a través del mismo; así mismo se requiere suspender juicios de valor para poder observar objetivamente y no sesgar con la subjetividad del investigador (Mancheno Durán & Baldeón Molina, 2015).

Participantes

Se seleccionó una muestra de seis contextos por convencionalidad del investigador que cumplieran los siguientes criterios de inclusión: en primera instancia que fuera un lugar donde se practicara el table dance, donde hubieran mujeres, residentes de la ciudad de Bogotá, en un rango de edad de 18 y 30 años; así mismo haciendo un recorrido por los establecimientos en la ciudad de Bogotá específicamente en la localidad de Suba, en el Barrio Santa Fe localidad de Mártires y Chico (zona rosa); en donde se tuvo acceso a las bailarinas y los clientes.

 Instrumento

Para la aplicación del estudio se requirió de la técnica de narrativas ya que como método de investigación cuenta con un proceso dinámico en el cual se reinterpreta al sí mismo, y se refiere al proceso de construcción de significados de la relación entre el sí mismo y el mundo a través de la narración. (Sepúlveda, 2013 citado por Capella, 2013).

Una de las fuentes de las narrativas es la entrevista, la cual fue utilizada para indagar abiertamente acerca de la construcción del autoconcepto de las bailarinas eróticas. De igual forma se busca entender cómo las bailarinas entienden el mundo y cómo piensan los sucesos de su contexto principalmente los significados, lenguaje, prácticas y representaciones sociales. Con lo anterior unas de las preguntas utilizadas para la intervención fueron: ¿antes de trabajar acá, qué pensaba usted de las bailarinas eróticas?, ¿Qué sintió la primera vez que trabajo aquí?, ¿Cómo es el trato de los clientes?, ¿Fuera del trabajo, ha escuchado comentarios sobre bailarinas eróticas?, ¿Qué comentarios escuchaba de sus clientes mientras hacía el show? etc., como también se hizo recolecta de discursos sociales abiertos en el contexto.

 Procedimiento

 Según Fernando Trejo Martínez (2012) el método fenomenológico presenta 3 etapas en las que se incluyen unos pasos específicos:

Etapa descriptiva: el objetivo de esta etapa es lograr una descripción completa del fenómeno sin prejuicios, reflejando las realidades internas, los pasos son los siguientes:

  • elección de la técnica o procedimiento. En este paso se enfatiza en lograr una descripción completa, por medio de algunos procedimientos: por lo tanto, escogimos como técnica de recolección las narrativas a las cuales se les dará mayor trascendencia en el siguiente apartado y la observación participante que va ligada al método fenomenológico para poder evidenciar los discursos que surgen en el contexto de las bailarinas sin intervención alguna.
  • la observación es siempre selectiva por lo tanto escogimos a las bailarinas eróticas ya que queríamos evidenciar la construcción de su autoconcepto por medio de las narrativas sociales así evidenciando la correlación de la teoría y los datos
  • reflejar el fenómeno y la realidad tal como se presentó sin irrupciones proyectadas por el investigador, ideas suyas o prejuicios propios o hipótesis. Debido a ello se evidenciará el fenómeno tal y como suceda sin irrumpir con las opiniones de los investigadores.

 Etapa estructural: consta de los siguientes pasos

1)     Parámetros o lineamientos para seguir la investigación

2)     Unidad temática sería el autoconcepto en bailarinas eróticas

3)      Discursos sociales que construyen el autoconcepto en las bailarinas

4)     Expresión del tema central en el lenguaje científico: bailarinas desde una definición teórica

5)     Integración de todos los temas, vinculados al tema central

6)     Integración de todas las estructuras particulares en una estructura general.

7)     Entrevista final con los sujetos de estudio, las bailarinas eróticas

 Etapa de discusión de los resultados: se intenta relacionar los resultados obtenidos con los demás hallazgos investigativos con la finalidad de compararlos ya sea para contraponerlos o complementarse entendiendo diferencias y similitudes, ahondando el conocimiento y llegando a algo más completo; gracias a este último pazo logramos corroborar o refutar lo que se evidencio en los artículos de igual forma tomándolos como base para la construcción de la presente investigación.

Por último, según Biglia y Bonet-Martí (2009) exponen los siguientes pasos en la técnica narrativa, los cuales van acorde con el orden de la presente investigación:

1)      Selección de tema a indagar y establecimiento de objetivos

2)      Desarrollo de entrevistas registradas por escrito

3)      Análisis del material registrado

4)      Informe o publicación.

 Resultados

A continuación, se presentan los resultados a través del análisis de categorías, donde se presenta una sistematización del constructo del autoconcepto en bailarinas eróticas las cuales se encuentran dentro de cada categoría y subcategoría

 Análisis de categorías

Para la creación de las categorías y subcategorías de la construcción de autoconcepto de las bailarinas eróticas, las cuales surgieron a través de la teoría (deductivas) que serían contexto (lenguaje prácticas y significados), autoconcepto (concepto básico, temporal, yo social y yo ideal y las otras surgieron del contexto a partir de la observación participante (inductivas) que fueron representaciones sociales (clientes con vínculo, clientes esporádicos, nuevos clientes y familia)

 Codificación sobre el gremio bailarinas eróticas

Contexto: practicas, lenguaje y significado (deductivas)

En la presente investigación se abordaron distintos contextos, unos en la zona rosa, otros de la localidad de Suba y otros en el barrio Santa Fe localidad Mártires. En dichos contextos se evidenciaron prácticas cargadas de unos significados similares como las siguientes:

Las mujeres que trabajan en estos lugares, en primera medida, llegaban a escoger los trajes con los cuales iban a trabajar esa noche, se maquillaban de formas llamativas. Esta práctica de transformación inicial no solo consistía en vestirse para un otro, sino que también era un espacio en donde las bailarinas consolidar sus vínculos y rivalidades entre ellas; contaban cuánto dinero hicieron la noche anterior, sus mejores y peores clientes, relataban acerca de sus familias y de estrategias que usarían esa noche para poder llevar a su casa el dinero suficiente.

A medida que las chicas estaban listas, una a una iba saliendo a la tarima, y en este mismo orden atienden las mesas; sin embargo, si llega un cliente a pedir a alguna chica en específico, no será tenido en cuenta el turno y la chica escogida será enviada de inmediato al cliente que la solicitó. Esta práctica generaba un gran inconveniente entre las bailarinas, debido a que si una chica era llamada por un cliente generaba recelo entre las demás. Así que el hecho de que una de las bailarinas fuera escogida significaba que ella iba a ganar más dinero esa noche y en próximas ocasiones, porque su cliente volvería a venir a verla a ella y a depositar su dinero en ella también. 

Una vez llega un cliente al establecimiento se sienta en una de las mesas, una de las chicas va a atenderlo llevándole la carta para que este escoja el trago de preferencia; entre más caro sea el trago más comisiona la bailarina. También se observa que a medida que se establece una relación entre cliente y bailarina, esta se acerca con más frecuencia a su cara, le da besos en partes del cuerpo y se pone cada vez más sensual y seductora. Además, se evidencia que en la medida que ella tiene más acercamientos y conductas provocadoras, el cliente le va poniendo más dinero en su ropa interior, lo cual significa que en la medida que ellas tengan más acercamientos más dinero ganan. A medida que pasa la noche, si el cliente le está dando buena propina por los bailes a la bailarina ella intenta dos cosas: en primera instancia le propone hacer un show o baile erótico en el cual la bailarina cambia su traje habitual y baila tres canciones hasta quedar en hilos o tangas o le sigue bailando al cliente con el fin de tener más propinas del mismo, pero esta vez decide ir por otro cliente a sacar show.

En la segunda circunstancia, la bailarina continúa sus bailes pidiéndole constantemente a su cliente que le dé más propina y ella accede a ser más insinuante y seductora. Sin embargo, al ver que no podrá sacar show en esa mesa cambia de mesa con alguna compañera y ella se aventura en otra dirección a conseguir show. El show para las bailarinas es muy importante en la medida que es la mayor fuente de ingresos y de la manera más rápida; es por ello que existe una competencia abierta entre todas las bailarinas para ofrecer su show privado. En este espacio existían unas multas con el fin de tener un control sobre las prácticas que realizaban las bailarinas, así mismo estaba prohibido; besar la boca, dejarse coger la vagina, la cola, los senos y las llegadas tarde; lo que utilizaban para ganar más dinero.

En el lenguaje de las bailarinas se encontraron varias palabras con significados similares en ambos contextos entre ellas está “descunchar” que se refiere a acabar el trago de las mesas con diferentes estrategias como derramarse el trago sobre el cuerpo. Cuando utilizan el término patos, se refieren a los clientes que solo van a mirar sin consumir licor. Cuando se hablan de que alguna de ellas realizó un “destape” se refieren a que descubrió y dejó ver un seno o sus genitales al cliente. Finalmente, cuando hablan de “toque toque” se refieren a que se dejan tocar alguna parte del cuerpo por dinero. 

 Autoconcepto (deductivas)

 Básico

Las bailarinas se percibían como unas mujeres luchadoras, fuertes, independientes que realizaban su trabajo con el fin de llegar a ser cada día más autónomas y llegar a sacar adelante sus estudios, sus hijos o ayudar a sus familias. Cuando se les pregunta sobre la percepción de ellas mismas en su contexto, ellas responden que eran unas en el trabajo y otras fuera de él.

Temporal

Se evidencio que la bailarina cuando tenía una situación estresante se percibía a sí misma como alcohólica, inservible, una mujer que debería ser excluida por sus prácticas y por las decisiones que tomó a lo largo de su vida.

Yo social

Cuando se les pregunta sobre la percepción de las familias con respecto a su trabajo la mayoría dice que tienen connotaciones negativas al respecto y que lo confunden con la prostitución. Consideran que para la sociedad es una práctica mal vista y por ende son excluidas de muchos círculos sociales.

 Yo ideal

Cuando se les pregunta a las bailarinas que le gustaría llegar a hacer en un futuro o como se percibe a sí misma en unos años. La mayoría expresa su deseo intenso de ayudar a sus hijos, esposo y demás familiares. Se ven constantemente ayudando a otros a cumplir sus metas y en ellas se ven terminando su carrera, siendo independientes de sus familias y trabajando en algo acorde a su profesión sin dejar a un lado la belleza y sensualidad que adquirieron en este medio.

 Representación social (inductivas)

En la interacción se evidenció que las bailarinas tenían diferentes grados de proximidad con sus clientes, tanto espacial como temporal. En esta medida las bailarinas tenían distintos tipos de clientes, unos que iban verlas cada ocho días sin falta, otros que las visitaban en ocasiones especiales y los que iban por primeras veces. El primer tipo de clientes establecía una relación muy cercana con la bailarina hasta el punto de ofrecerle casas, negocios, una relación estable. Cuando se le preguntaba a este cliente como veía a la bailarina ellos coincidían en que eran mujeres que les tocaba luchar muy duro en la vida y que no habían encontrado el amor, debido a que los hombres solo las querían para actos sexuales mientras que ellos no; por el contrario, afirmaban estar profundamente enamorados de la bailarina y querer ayudarla. Este tipo de cliente es con el que la bailarina hablaba constantemente por teléfono, chats y aceptaba salidas a cine o a comer para poder obtener el beneficio del dinero y en ocasiones ellas manifestaron sentir algún tipo de conexión sentimental con ellos.

Con el segundo tipo de clientes los que iban con una frecuencia intermedia a ver la bailarina al bar, se observaba una relación más distante donde se podían acercarse otras bailarinas a sus mesas. Se observaba a este tipo de cliente ver a la bailarina, hablar con ella, pero no establecer ninguna relación significativa con una de ellas. Sin embargo, este tipo de clientes con el paso del tiempo se volvían como los primeros, terminaban por establecer un vínculo contundente con alguna de las bailarinas y yendo a verlas constantemente.

El tercer tipo de clientes, los que iban por primeras veces o que pasaban a mirar que tipo de entretenimiento se daba allí, se expresaban abiertamente de las bailarinas como: “perras, putas, fáciles, vendidas, etc.” También se pudo evidenciar que los clientes ocasionales tenían discursos acerca de las bailarinas eróticas, tales como: “Yo nunca tendría una relación con una chica de ellas”, “Yo nunca me acostaría con una bailarina erótica”, “las bailarinas eróticas tienen enfermedades sexuales”, “las bailarinas eróticas se expresan a través de su cuerpo, y esto es un arte”, “las bailarinas eróticas están ligadas a la prostitución, ya que, venden sus cuerpos”, “no se puede tener una relación sentimental con una bailarina erótica, ya que, no sería solo mía, sino de todos”, “disfrutan su trabajo”, “Se basan en dominar a los hombres con  lo sexual”. “se prestaría para mal entendidos como celos discusiones, problemas tener una relación con estas chicas por su práctica”, “tienen problemas económicos , familiares y sociales”, “son prácticas que denigran a la mujer  que son innecesarias  ya que las mujeres se pueden desempeñar en muchas otras labores”,” ejercen por gusto y seguramente sus acciones van ligadas a sus pautas de crianza”, “son personas ignorantes que no saben hacer nada más que vender sus cuerpos”, “ dan asco ya que se menciona que muchos hombre han pasado por sus cuerpos” , “ no son capaces de llevar un hogar y unos hijos no tiene el criterio para corregirlos”, “no merecen respeto” .

Finalmente, se evidenció que la mayoría de las bailarinas con las que se logró tener un acercamiento mantenían oculto su trabajo a familiares, debido a que ellos tenían connotaciones negativas al respecto. Esta última connotación según las bailarinas era porque se asociaba el table dance con la prostitución, debido a que entre ellas existe una línea muy difusa. En los casos en los que los familiares se habían enterado de la actividad que realizaban para ganar dinero no era justificable.

 Discusión

El estudio demuestra que el contexto o el campo social de las bailarinas eróticas, es un conjunto de relaciones de poder que influye en todos los que interactúan en él. El capital simbólico en juego es el dinero, que define si las bailarinas obtienen un beneficio o no, este es de gran valor al ser reconocido por todos los miembros del campo social. En su estructura se encuentran sumergidas prácticas como las expuestas anteriormente, significados y un lenguaje específico. Se observa que estos tres aspectos hacen parte del contexto de la bailarina erótica, llevando a la exclusión de las personas que no pertenecen a este contexto, debido a que no comprenden lo simbólico de sus sentidos prácticos. En dicho contexto se da un intercambio social y es en este proceso que las bailarinas aprenden y obtienen conocimiento de las prácticas, lenguaje y significados que les permite moverse con fluidez en el medio. En esta línea, la generación de significado por parte de las bailarinas se genera a partir del diálogo y es en este que se dan las narrativas del yo. El yo no como una estructura cognitiva privada y personal, sino como discurso y narraciones en los lenguajes disponibles en la esfera pública.

La cotidianidad de las bailarinas es interpretada por ellas y tienen un significado subjetivo de un mundo coherente. Es la realidad de la vida cotidiana la cual está construida por objetos que han sido designados como tales, antes que la bailarina apareciera en escena.  En esta medida el lenguaje dado en la vida cotidiana proporciona las objetivaciones y dispone el orden dentro del cual éstas adquieren sentido y significado para la bailarina. La bailarina experimenta la vida cotidiana en grados diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como temporal. En esta media lo más próximo a la persona es la zona de la vida cotidiana accesible a la manipulación corporal de la misma. Lo expresado anteriormente se evidencia en las bailarinas en la medida que ellas no se acercaban ni atendían con tanto interés a los clientes esporádicos y nuevos. También se evidencia en las bailarinas debido a que ellas tienden a adquirir los significados y subjetivaciones de sus clientes en la medida que estén más cerca en proximidad tanto espacial como temporal. Se evidencia similitudes entre las representaciones sociales de los clientes más cercanos y los autoconceptos básicos lo que da clara muestra del expresado con anterioridad.

En esta experiencia “cara a cara” se da un intercambio continuo entre la expresividad del cliente y la bailarina, no existen pautas impuestas debido a que son modificadas constantemente por la variedad y sutileza del intercambio de significados subjetivos que se producen. Estos se pueden interpretar de manera errónea, porque la bailarina puede ocultarlos. Esto se evidencia cuando las bailarinas concuerdan al decir: “soy una en el trabajo y otra afuera” lo que hace que muchos de sus clientes debido a su actuación crean que la bailarina tienen un auténtico interés por ellos y en esta medida el cliente se engancha con ella. En estos esquemas “cara a cara” aprenden del otro, debido a que son más vulnerables que otras formas de interacción. En la interacción con los otros, los esquemas se aprenden recíprocamente el uno del otro, negocian y en el momento que se alejan del aquí y él ahora se vuelven progresivamente anónimas; lo que se evidencia en la diferencia que existe entre el autoconcepto básico y las representaciones sociales más lejanas como los clientes esporádicos o nuevos.

Por esta razón, se evidencia en la presente investigación que el contexto de la table dance influye en la manera como las bailarinas se perciben así mismas y es así como construye su autoconcepto. Las bailarinas construyen su autoconcepto básico de la mano con las representaciones sociales más cercanas en proximidad temporal y espacial. Sin embargo, su autoconcepto temporal se ve influenciado por las representaciones más lejanas y fuera del alcance manipulativo de su cuerpo, como son los clientes esporádicos o nuevos.  Su yo social se ve influenciado por la mirada de representaciones sociales más lejanas, debido a la línea difusa que existe entre la table dance y la prostitución; sin embargo, ellas tienen claro que esta representación solo se debe a la línea tan delgada que separa las dos prácticas anteriormente expuestas. Finalmente, su yo ideal se ve influenciado por sus representaciones sociales más cercanas como lo son sus clientes frecuentes, lo que lleva a que la bailarina tenga una visión del futuro en la mayoría de los casos positiva. En esta medida el rol que desempeña la bailarina erótica da una idea de yo ideal en el contexto emergente y en es así que la bailarina representa el rol con el fin de convencer a sus clientes de lo que está representando; sin embargo, no hay evidencia de que este rol repercuta en la construcción de autoconcepto en las bailarinas eróticas.

 Aportes y limitaciones del estudio

Respecto a la población de la table dance, hubo un aporte importante en cuanto al trabajo investigativo con bailarinas eróticas en Colombia, ya que, no hay muchas investigaciones acerca de este gremio, de igual forma en Colombia no encontramos ninguna investigación de la table dance, la mayoría de las investigaciones hacen hincapié en el trabajo sexual, lo cual presenta un aporte a la población colombiana para así poder reconocer este fenómeno como tal. En las investigaciones que se encontraron en el exterior, se hacía hincapié en leyes, políticas públicas y se enfocan en el consumo de sustancias psicoactivas y el baile relacionado con el yo ideal, nunca significados lenguaje.

Sin embargo se consideró una limitación no contar con el gremio masculino del table dance ya que se hubiera logrado hacer una comprensión más integral del fenómeno, no solo en el sexo femenino si no contando con el sexo masculino que ya ha tenido gran reconocimiento en este tipo de prácticas .

Referencias

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María Paula Cetina, Ana María Silva, Anggie Zuley Vanegas*

Estudiantes de Psicología
Universidad Santo Tomás

Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.

 ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades

ISSN 2619-421X (en línea) julio de 2018 No. 7

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