Dora Alejandra Ortíz Rodríguez*
El sistema de castas ha surgido en la religión hinduista como rasgo de identificación y estratificación social en gran parte del territorio de la India. Este tipo de clasificación influye en las formas de vida, las relaciones interpersonales y los trabajos a los que las personas pueden acceder. Además esta forma de configuración y agrupación social tiene relación con la religión hinduista en la que influyen temas como la reencarnación, los darmas y los karmas.
Sin embargo a lo largo de los años han surgido cambios significativos a nivel social, político y cultural sobre la percepción social de este tema. Este artículo de opinión tiene como propósito hacer un análisis histórico y religioso sobre las castas entendidas como comunidades asociadas y adscritas a códigos culturales y de creencia, teniendo en cuenta sus condiciones de vida, la estigmatización según su origen y la libertad y dignidad con la que viven, para ello se tomará en cuenta los conceptos de comunidad de Tonnies, Le play y la sucesión hereditaria, libros sagrados que fundamentan este tipo de organización como las leyes de Manu y las leyes constitucionales de la India a partir de 1950.
Cuando se habla de castas existe un elemento de carácter conceptual presente en libros religiosos Hinduistas primitivos llamado Varna el cual significa color. Este clasifica y estratifica a los miembros de la sociedad en cuatro grupos con relación a su ocupación, características y atributos comunes siguiendo las leyes de Manu; Brahmanes designados a los sacerdotes y maestros, kshatriyas representados en príncipes y guerreros, vaishyas (mercaderes y comerciantes) y sudras (trabajadores menores).Esta jerarquización está presente desde el nacimiento y construye desde cada una de sus castas el imaginario de otredad sobre los Dalits (intocables) quienes se encuentran fuera del esquema pero dentro de este y por este son definidos. “Los parias, descastados o intocables se sitúan en el polo inferior de una jerarquía definida por criterios de «pureza» e «impureza» religiosa y ritual ante todo” (Rostros de la India, 2012, 1). La sucesión hereditaria que Le play refiere a la organización familiar desde el orden social y cultural se puede evidenciar desde la herencia a los hijos, la significación de pertenencia que implica en cada casta incluyendo las profesiones, estilos de vida y el entorno; además desde la educación y el influjo religioso hay una transmisión de valores que permite su continuidad en el tiempo, presentes en la cotidianidad y las costumbres.
Si se profundiza un poco en el sistema jerárquico que compone las castas es posible encontrar elementos simbólicos con influencia cultural y social que han incidido por años en la estigmatización social que tienen las personas sobre los Dalits. El sociólogo Erving Goffman explica la existencia de un atributo profundamente desacreditador en el cual la persona (o grupo) que lo posee queda en desventaja con respecto a los demás, este elemento degrada la identidad del individuo y las reacciones ocasionadas por la interacción entre el que porta y el que no porta dicho atributo, en este caso entre los intocables, sus formas de vida y las demás castas. Como comunidad cada casta en su carácter asociativo rescata la permanencia por motivos filiales, de aspiraciones y orígenes comunes. Esta vida en común configura la identidad individual mientras construye la identidad colectiva que se mantiene en el tiempo en un territorio definido. Sin embargo ha habido intentos por eliminar esta diferenciación que genera discriminación hacia los Dalits, los intentos de Ghandi por ennoblecer sus actividades y ocupaciones y con ello el empoderamiento frente a la sociedad. La Constitución política de la India desde los años 1950 hasta la actualidad protege derechos fundamentales incluyendo el acceso a educación y empleos públicos, lamentablemente el arraigo cultural no ha permitido que la percepción social cambie.
Sobre el origen de las castas algunos antropólogos explican que es resultado de la hibridación de dos sistemas culturales: el de Jati (de la cultura precaria que se relaciona con la visión práctica, es decir, aspectos de la realidad de la casta) con el esquema ario de varna (en la que se encuentran una visión más teórica). Sin embargo, en la actualidad distintos escritos sobre las castas muestran un cambio en la lengua Varna a Jati .Este cambio se debe entender haciendo una diferenciación entre Varna y Jati; el primero hace referencia a un sistema más primitivo basado en el nacimiento como elemento diferenciador y sobre el que se designa la posición de la persona que acaba de nacer, esto significa que no existe la movilidad social. Por otro lado Jati apela más a las cualidades de individuo, la necesidad de identidad dentro de un mismo Varna hace que una comunidad desde el apellido defina una profesión u oficio a la cual se dedica. “En el proceso histórico, algunas personas se dedicaron a leer, escribir y enseñar durante generaciones, adquiriendo una pericia especial en su oficio y finalmente formaron una casta.” (Referenciado en Rostros de la India, 2012, 28). Esto claramente implica una división social del trabajo. “Las castas se ordenan según una estructura jerárquica basada en la polaridad entre pureza e impureza” (Ficha de castas, S.F, 3).
La influencia del Hinduismo está relacionada directamente con la creencia en la reencarnación, se establece que cada casta tiene un deber que se conoce como Dharma. Cuando el cuerpo muere el alma afronta los actos que realizó en este ciclo vital incluyendo las consecuencias que se produjeron, esto puede generar que el renacimiento pueda generarse en un cuerpo inferior o superior, aquellos que sigan y cumplan con los Dharmas renacerán en una casta superior.
La importancia del sistema de castas en la configuración de la vida de la sociedad de la India presenta aspectos culturales e históricos con influencia del Hinduismo y un arraigo desde las costumbres y tradiciones que no han permitido cambiar la percepción sobre los intocables aun cuando legalmente son sujetos de derecho. Es inevitable que las relaciones de interacción entre las demás castas y esta defina fronteras y actos de discriminación y marginalidad que atentan contra los derechos humanos y la dignidad humana, es así como los Dharmas y los Karmas se convierten para los Dalits en el medio para alcanzar, gracias a la reencarnación, una casta superior en el próximo ciclo vital. Como comunidad cada uno de los individuos representa a su casta en sus estilos de vida, su ocupación y la relación con el entorno, esto significa que las personas construyen su identidad a partir de ella y ella como asociación necesita de cada uno de sus integrantes o adeptos para hacerse visible en la sociedad. El cambio del Varna al Jati puede mostrar un avance en la visión individual de las personas, confiriendo este último una identidad, comunidad y unidad. Estos cambios podrían permitir una transición que desligue el elemento del nacimiento como pertenencia a la casta y en el futuro abrir una ventana de oportunidad para que las personas puedan permanecer en ella por voluntad, gusto o aspiraciones individuales rescatando la libertad para elegir y permanecer y teniendo en cuenta pilares como la dignidad humana, el respeto por la diferencia y la equidad social.
Bibliografía:
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http://www.redalyc.org/pdf/586/58611186002.pdf
Donati,P. (2004). Manual de sociología de la familia. Navarra. España.
Goffman, Erving. (1998). Estigma, la identidad deteriorada. Amorrortu editores. España.
Marinis, P. (2005). 16 comentarios sobre la(s) sociología(s) y la(s) comunidad(es). Papeles del CEIC, núm. 15. Universidad del País Vasco.
Sáez, J. (2012). Rostros de la India. Alicante. Tomado de:
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S.N. (S, F).Ficha técnica de castas. Tomado de:
http://www.fundacionvicenteferrer.org/mandalaigualdad/MandalaigualdadFichaCastas.pdf
Dora Alejandra Ortíz Rodríguez*
Estudiante de Sociología
Universidad Santo Tomás
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
ARTE-FACTO Revista de Estudiantes de Humanidades. ISSN 2619-421X (en línea) enero de 2020 No. 13