María José Chaparro Garzón
Vanessa Preciado Mariño
María Fernanda Flórez Gómez
Valentina Ospina Perdomo*
La moda es un reflejo de la transformación social, política y cultural que ha estado presente “alrededor del mundo, el uso de la ropa se remonta hace miles de años; sin embargo el concepto de moda comenzó en el Renacimiento cuando surgió la profesión de los costureros” (HotBook, 2020). El vestuario nos ha facilitado el poder explicar con él las tradiciones, pensamientos y pensamientos políticos; en cuanto a la mujer el asunto de la moda es un aspecto muy importante a destacar para poder hacer énfasis en las transformaciones que se han desarrollado a lo largo de la historia.
En Colombia en el siglo XIX se vivió un periodo de transición con nuevos fenómenos como el caudillismo, el nuevo orden político y la sociabilidad política, esto va a favorecer a las evoluciones internas que se ordenan en vínculos sociales y culturales. Con respecto al papel de la mujer en el siglo XIX uno de los aspectos más sobresalientes es la influencia profunda del conservadurismo, “como comportamiento social. Esto se evidencia en el concepto sobre familia y la imagen de la mujer, ya que a través de ellos se intentó preservar los valores católicos coloniales; todas las limitaciones y alcances de la mujer tuvieron como referente el mantenimiento de la estructura patriarcal” (Torres, 2010).
Teniendo en cuenta lo anterior la moda se puede percibir como un factor importante para considerar el papel de la mujer en el siglo XIX y cómo esta varía dependiendo de la clase social y de las diferentes zonas geográficas colombianas, así mismo como la influencia profunda del conservadurismo se refleja en el actuar y vestir de las mujeres, es por esto que este texto se va a encargar de hacer un recorrido a lo largo del siglo XIX teniendo como protagonista a la mujer y su vestimenta y la forma en la que esta influye en diferentes comportamientos sociales, culturales y políticos.
Este recorrido tomará como punto de partida la capital colombiana, Bogotá. La vestimenta para las mujeres capitalinas y también para aquellas que residían a los alrededores de la capital, llamadas neogranadinas, se caracterizaba por tener prendas de la siguiente forma: “mantilla azul o negra, de paño con un ancho sobrepuesto que cubría la cabeza, sujetándose quién sabe cómo con el peineton del cual engarzaban también un sombrero negro de forma redonda y de ala muy ancha. La mantilla caía sobre los hombros, dejando libres los globos de las mangas y cubriendo la espalda como una corina cuyas puntas venían al pecho. De la cintura abajo las cubría una enagua de género de lana negra que llamaban alepín, y que adoraban abajo con canutillos.” (L. Buitrago, 2018). un aspecto a resaltar, es que según (Semana Moda, 1999), la diferencia entre las mujeres de clases altas o medias, con respecto a las de clases bajas, era el calzado, las mujeres de clases inferiores, no tenían zapatos. Además otro aspecto que se puntualiza es que los vestuarios de las mujeres poseían muchas influencias españolas y europeas, esto es coherente teniendo en cuenta que Colombia a comienzos de este siglo había conseguido la independencia de España.
En lo relacionado con la religión y su particular enfoque hacia la mujer, se puede observar que, “el negro era un color que predominaba, en parte debido a la influencia de la religión católica, […] representaba el color del luto, esto según lo impusieron los españoles. También, el vestuario femenino correcto era el que cubría cuello, hombros, brazos y piernas, con telas pesadas y vestidos grandes” (A. Rojas, 2016). Aunque a partir de la mitad del siglo, el vestuario implementó un aspecto, un poco contradictorio con la visión “pecaminoso” del cuerpo femenino dentro de la religión, ya que; “Si bien seguía siendo importante la majestuosidad, tanto el vestuario masculino como el femenino buscaron ahora resaltar las figuras corporales a través del traje ceñido como símbolo de elegancia: Casaca para los hombres y corsé para las mujeres.” (L. Buitrago, 2018). Con esto se puede observar cómo se empieza a poner gran énfasis en las figuras femeninas, lo que viene a ser el cuerpo y de cierta manera a objetivizar a las mujeres volviéndolas un punto de interés e incluso sexual, lo cual se puede ver reflejado hasta la actualidad.
Este punto de interés sexual que se empezó a reflejar en la mujer, reafirmaba su posición de acompañante y de trofeo que tenía en la sociedad, que al no considerarlas autónomas, limitaba sus libertades y derechos. Esto llevó a las mujeres a un nuevo estilo guiado por influencias europeas (específicamente mujeres de status sociales altos). Dándoles un nuevo espectro sensual y delicado, en el cual se empezaron a acentuar sus virtudes físicas, los senos y la cintura, “la mayoría de las colombianas sufría el impacto de la guerra civil. Este hecho, sin embargo, no impidió que usaran prendas como la crinolina (estructura de aros que daba volumen a la falda), corsés que lograban cinturas de 50 centímetros y otros artículos impuestos por la moda francesa y el estilo victoriano. Hacia 1870, apareció el polisón, llamado ‘quitrín’, que desplazaba el volumen hacia la parte posterior de la falda.” (Bicentenario, 2018). Que a la vez se guiaba por etiquetas formales, como lo fue el abanico, instrumento fundamental para el lenguaje corporal romántico.
Esto no se veía reflejado en toda la comunidad colombiana, en otros lugares del país, el estatus social no era tan alto como en Bogotá. Se reflejaba en el tipo de vestimenta de cada región, en las cuales adoptaron también parte de influencias europeas, pero estas se adaptan dependiendo de la zona en la que se encontraran. Un ejemplo de ello fueron las campesinas de Cundinamarca cuyo “traje era abrigado, provenía de la bayeta que se tejía en telares con lana de sus rebaños. Falda con bordados, enaguas con simbolismos de la mitología aborigen, blusa de tela blanca, cabeza cubierta con una mantilla negra, sombrero jipa de alas planas” (Bicentenario, 2018). Demostrando claramente sus influencias europeas en su falda, pero a la vez manteniendo un estilo recatado, sin mostrar mucha piel o partes del cuerpo, que se adapta al clima y las tradiciones de la región.
A modo de conclusión y teniendo en cuenta todo lo expuesto, podemos ver cómo la moda ha sido más importante para el desarrollo de la sociedad colombiana de lo que se piensa, así mismo podemos ver que ha influenciado y determinado notablemente la posición de la mujer en la sociedad, su forma de ser vista por los demás, su posición económica entre otras.
La moda del siglo XIX nos mostraba la situación de las mujeres y su posición en la sociedad, determinada por zapatos, sombreros y vestimentas características, con esto podemos concluir que la moda ha sido un factor importante en las sociedades al momento de juzgar las situaciones socioeconómicas de la población; también podemos ver cómo por medio de la moda, podemos analizar la evolución de la sociedad, observando cómo han cambiado las costumbres a partir de la vestimenta, notando un gran cambio de todo lo que analizamos en cuanto a la misma en el siglo XIX en contraste con la actualidad, podemos ver cómo pasamos de una vestimenta impuesta por ciertos patrones y costumbres determinadas y características de la época a una moda en la mujer actual con mucha más libertad y menos imposición, sin embargo la misma sigue haciendo caso en muchas ocasiones a ideales patriarcales del deber ser de la mujer, sólo que cada día menos impuestos y menos limitantes, ideales que entre más avanza la sociedad, más se espera que cambien sin embargo aún existe un camino bastante amplio para la liberación de las mujeres y el goce de todas sus libertades, camino que claramente, seguirá cambiando por factores diversos, entre estos, la vestimenta y la posición política, social y económica que la misma representa.
Bibliografía
HotBook. (2020, 31 diciembre). Evolución de la moda a través de los años. https://hotbook.mx/evolucion-de-la-moda-traves-de-los-anos/
Torres Preciado, J. F. (2010). La mujer en la segunda mitad del siglo XIX. Una sombra presente. Goliardos. Revista estudiantil de Investigaciones Históricas, (12). Recuperado a partir de
https://revistas.unal.edu.co/index.php/gol/article/view/45166
Buitrago, L. (2018, Junio). La moda en el siglo XIX | Archivo de Bogotá. Archivo de Bogotá. Recuperado el 5 de marzo de 2022, de
https://archivobogota.secretariageneral.gov.co/noticias/la-moda-siglo-xix#:% 7E:text=Si%20bien%20segu%C3%ADa%20siendo%20importante,y%20cors %C3%A9%20para%20las%20mujeres.
Rojas, A. (2016, Julio 20). De 1810 a 2016: así se ha transformado la moda en Colombia. ElPalpitar.com. Recuperado el 5 de marzo de 2022, de
http://www.elpalpitar.com/cultura/2016/07/1810-2016-asi-se-ha-transformado -la-moda-colombia/
Semana Moda. (1999, Noviembre). El armario de todos los tiempos. Semana.com Últimas Noticias de Colombia y el Mundo. Recuperado el 5 de marzo de 2022, de
https://www.semana.com/el-armario-todos-tiempos/75476-3/
Bicentenario. (2019, 8 marzo). La moda republicana. Colombia.
http://semanahistoria.com/la-moda-republicana
María José Chaparro Garzón
Vanessa Preciado Mariño
María Fernanda Flórez Gómez
Valentina Ospina Perdomo*
Estudiantes de Gobierno y Relaciones Internacionales
Universidad Santo Tomás