Yitzhack Andrés Lancheros Garzón*
En un deporte donde la velocidad y el riesgo conviven en cada curva, el karting ha buscado nuevas formas de proteger a sus pilotos. Sin embargo, no todas las soluciones avanzan en la dirección correcta. El reciente sistema anti-launch, creado para evitar accidentes, ha abierto un debate necesario sobre su eficacia, sus consecuencias técnicas y su impacto en la formación de futuros corredores. Este texto examina por qué una medida pensada para mejorar la seguridad podría, en realidad, comprometerla.
Dentro del automovilismo, desde sus inicios, los accidentes han sido una parte inevitable del deporte. Más allá de las pérdidas económicas, siempre está en juego un factor esencial: la vida y la integridad de los pilotos. Por ello, las distintas categorías automovilísticas han desarrollado herramientas, dispositivos y protocolos para mitigar los riesgos derivados de fallos mecánicos, imprudencias o incidentes propios de la competencia. El karting —cuna del automovilismo y espacio formativo de pilotos que luego llegan a Fórmula 1, NASCAR o WEC— no es ajeno a esta búsqueda constante de seguridad.
Sin embargo, es necesario reconocer que se trata de un deporte de alto riesgo en el que dicho riesgo está presente casi todo el tiempo. Aunque es fundamental mitigarlo, también es imprescindible aceptar que no puede eliminarse al 100%. Este hecho lleva a cuestionar la implementación de sistemas de seguridad excesivamente invasivos, que buscan erradicar el riesgo a toda costa mediante artefactos que, con el tiempo, demuestran fallas, obsolescencia o efectos contraproducentes. Este texto sostiene que la implementación del sistema anti-launch en el karting no mejora de manera efectiva la seguridad de los pilotos ni contribuye a generar conciencia sobre los riesgos inherentes de la competencia y del automovilismo en general.
Para desarrollar esta tesis, el texto se organiza en tres apartados: primero, se examinan otros sistemas de seguridad diseñados por la FIA y su efectividad; luego, se analizan las consecuencias estructurales y técnicas de modificar los bumpers traseros para incorporar el anti-launch; finalmente, se discute el impacto del sistema en la competitividad y en la formación de nuevos pilotos. Al concluir, se sintetiza la problemática y se plantean alternativas orientadas a una seguridad más coherente con la naturaleza del deporte.
En años recientes, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) implementó el anti-launch system con el objetivo de evitar volcaduras por impactos en la parte trasera del kart. Este sistema guarda similitudes con el bumper trasero introducido en 2015 en la categoría Rotax DD2, desarrollado por Rotax y la FIA. Dicho dispositivo terminó siendo prohibido porque algunas piezas móviles se desprendían durante los choques, generando riesgos adicionales y dejando escombros en la pista. En respuesta, la FIA anunció el desarrollo de un sistema nuevo para 2020, sin piezas móviles y más cercano al diseño convencional. No obstante, el anti-launch actual vuelve a incorporar mecanismos móviles, lo que despierta dudas sobre su efectividad y seguridad real.
Las problemáticas no terminan allí. Para los fabricantes, este sistema representa una pérdida significativa de autonomía: ya no pueden diseñar su propio bumper trasero con base en las necesidades específicas de sus chasis, lo que limita la innovación aerodinámica y mecánica. La imposición de un único diseño afecta la competencia entre marcas, genera cambios inesperados en el comportamiento del kart —variaciones en peso, ancho trasero o flujo aerodinámico— y dificulta la capacidad de ajuste de los fabricantes para corregir o mitigar dichos efectos.
A esto se suma un riesgo ya conocido: el desprendimiento de piezas móviles. Integrarlas nuevamente en un sistema de seguridad abre la posibilidad de fallas que comprometen la integridad del piloto. Un dispositivo cuya función principal es absorber impactos no puede convertirse en una fuente adicional de riesgo. Su diseño, por tanto, exige una atención rigurosa y pruebas exhaustivas que hoy no parecen suficientes.
Otro punto crucial es la competitividad y la conciencia del riesgo. El anti-launch busca evitar el contacto rueda a rueda, algo que sí ocurre en categorías avanzadas del automovilismo. Al impedir esta experiencia en karting, se genera un vacío formativo: los pilotos dejan de enfrentarse a situaciones reales que deberán manejar en el futuro. En un deporte donde el componente experimental es clave, impedirles gestionar estos escenarios limita su aprendizaje y su madurez competitiva. El contacto rueda a rueda es un riesgo inherente, imposible de eliminar por completo, y constituye una parte esencial del proceso educativo en el karting.
Restringir estas experiencias limita la capacidad del piloto para reaccionar frente a situaciones de pista, y reduce la comprensión del deporte como disciplina de alto riesgo. El karting no solo forma pilotos técnicos: forma criterios, habilidades de anticipación y toma de decisiones bajo presión. Un sistema que elimina experiencias fundamentales deteriora este proceso educativo.
En conclusión, es necesario considerar medidas alternativas para tratar el riesgo en el karting, así como fortalecer la educación en torno a los peligros reales del automovilismo sin obstaculizar la formación integral de los pilotos. Asimismo, los desarrollos tecnológicos en esta área deben realizarse con mayor rigurosidad, evitando repetir los errores de sistemas que han demostrado ser poco confiables o contraproducentes. La búsqueda de seguridad no debe comprometer ni la esencia del karting ni el proceso formativo de quienes serán los pilotos del futuro.
Referencias
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TKART. (s.f.). La FIA refuerza la seguridad en el karting con el innovador dispositivo “Anti-Launch”. Recuperado de https://tkart.it/es/news/en-profundidad/la-fia-refuerza-la-seguridad-en-el-karting-con-el-innovador-dispositivo-anti-launch
FIA Karting. (s.f.). FIA strengthens karting safety with innovative “Anti-Launch” device. Recuperado de https://www.fiakarting.com/news/fia-strengthens-karting-safety-innovative-anti-launch-device
Yitzhack Andrés Lancheros Garzón*
Estudiante de Ingeniería Mecánica
Universidad Santo Tomás
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Santo Tomás.
ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades ISSN 2619-421X (en línea), Núm.30 (2024) | julio-diciembre