Jhenny Daniela Viveros Durán*
En el presente texto, el lector conocerá por qué, gracias al alcance -cada vez más grande- que tiene la internet, la santería ha pasado de ser una tradición religiosa propia de la comunidad afrodescendiente a convertirse en un negocio que se viraliza cada vez más, haciendo que esta práctica pierda su valor ancestral y espiritual. Para llevar a cabo el desarrollo del tema, se iniciará por la explicación de conceptos clave para la comprensión del tema, pasando por la citación de algunas noticias que se refieren al tema, seguido de un argumento que niega la tesis del texto (contraargumento), y terminando en una conclusión al respecto.
Es bien sabido que las religiones emergentes de etnias africanas cuentan con la facultad de acomodarse a cualquier contexto social, y la Santería no es la excepción; ésta surge en países de habla hispana, entre los que sobresale Cuba. Ésta práctica es vista como “un laboratorio donde a partir de unas creencias y prácticas religiosas heredadas de los esclavos del África occidental, va experimentando una serie de reacomodaciones a las nuevas circunstancias”. (Cano, 2008, 5). Definido ya el primero de los dos términos principales en el texto, la santería, queda por definir la perspectiva desde la que se mirará el significado del internet para este contexto: ésta es una red integrada por micro-redes y computadoras a nivel mundial, por medio de cables y señales de con tecnología de transferencia de datos. Lo anteriormente mencionado la convierte evidentemente en una herramienta de comercio.
En primer lugar, respecto a los informes que argumentan el texto, encontramos un segmento titulado “Ahora con Oscar Haza”, del canal puertorriqueño Mega tv, donde se invitó a una periodista digital y a un practicante de la religión Yoruba para hablar sobre el tema: “Cuba, Santería en la web”, tal como se tituló la emisión. En éste, los invitados defendieron el hecho de que a pesar de que la Santería virtual se ha normalizado, sigue siendo ilegal, ya que se pierde la espiritualidad propia de éste tipo de prácticas. Además, el consumidor de este producto virtual puede caer en manos de charlatanes, que tergiversan el trabajo de los santeros. (MEGA TV, 2016)
En segundo lugar, nos encontramos con una perspectiva económica de la santería. En la plataforma TV y Radio Martí se encontró un artículo publicado el 26 de septiembre de 2016, titulado “La Santería en Cuba se convierte en un negocio virtual”. En éste se cita a Walter Thompson Hernández: “La Santería podría considerarse uno de los sectores de más rápido crecimiento en la economía informal por atraer a los turistas que están dispuestos a pagar miles de dólares para convertirse en sacerdotes”; éste es un indicador del gran alcance que está teniendo en este momento la práctica de la santería, gracias a la facilidad comunicativa que brinda la internet, no solo por el interés de los turistas en ser sacerdotes sin actos menos dispendiosos, como las consultas, entre otros. (Martinoticias.com, 2016)
El contraargumento citado es lo dicho por el profesor de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Princenton, Adrian López-Denis: “internet está facilitando a los cubanos estudiar santería y ofrecerla a los extranjeros” (Diario de Cuba, 2016); en este sentido, encontramos que así como los cubanos promocionan la santería, internet se ha convertido en un portal en el que los mismos pueden adquirir y enriquecer sus conocimientos frente a ésta práctica. En así como esta herramienta enriquece la adquisición de nuevos conocimientos ancestrales sobre la fusión entre el Yoruba y el Catolicismo.
En conclusión, el encuentro del internet con la santería puede llegar a ser, tanto como un enriquecimiento mutuo, como una desapropiación de la tradición. La primera se logra siendo objetivos con lo que se busca encontrar en internet frente a aspectos religiosos; para dejar este punto más claro y relacionarlo con nuestra cotidianidad: las prácticas de Santería por internet, son como ejecutar una misa (católica) online. La segunda consecuencia se logra al perder el foco de la enseñanza por parte de los sacerdotes; si el fin último de la santería, tanto virtual como con contacto físico, es el lucro, poco a poco su columna vertebral y cuerpo tradicional se terminará perdiendo.
Referencias
Cano, J. F. (Diciembre de 2008). Ocha, Santería, Lucumí o Yoruba Los retos de una religión afrocubana en el sur de Florida. Granada.
Martinoticias.com. (29 de Septiembre de 2016). Martí. Recuperado el 19 de Noviembre de Noviembre de 2016, de Martí: http://www.martinoticias.com/a/cuba-santeria-se-convierte-en-un-negocio-virtual/130808.html
MEGA TV. (5 de Octubre de 2016). MEGA TV. Recuperado el 19 de Noviembre de 2016, de MEGA TV: http://mega.tv/programacion/ahora-con-oscar-haza/la-santeria-llega-internet
López-Denis, Adrian (30 de septiembre de 2016). La santería, un 'negocio' que crece con internet y el turismo. Recuperado el 9 de Noviembre de 2016, de El Diario de Cuba http://www.diariodecuba.com/cuba/1475244083_25682.html
Jhenny Daniela Viveros Durán*
Estudiante de Comunicación Social para la Paz
Universidad Santo Tomás
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ARTE-FACTO. Revista de Estudiantes de Humanidades
ISSN 2619-421X (en línea) octubre de 2017 No. 4