Una cita puesta por el amor, una vida acompañada de la muerte

Huellas

Marlyn Dayanis Estrada Murillo*

“Destino o casualidad” es la frase favorita de una de las canciones de mi madre, la mujer menos afectiva que conozco pero la más romántica y sentimental. Que irónico escribiendo esto me doy cuenta en que más soy parecida a ella, aparte del rostro idéntico al que ella dice ser su madre plasmada en mí.

Siempre supe de qué quería que se tratara está crónica pero no sabía el porqué, creo que eso lo iré descubriendo mientras narro la vida de mi madre junto a la de mi padre: dos personas que llegaron a Bogotá buscando hacer realidad el mismo sueño y en el camino se encontraron para hacerlo realidad juntos. Con lágrimas en los ojos empiezo los párrafos de lo que será un agradecimiento declarado al amor de mis padres. A ese amor que nunca recibieron cuando niños, pero como adultos juntos buscaron la manera de darnos a mis hermanos y a mí. A ese amor que los ha llevado a sobrepasar barreras dificultades, personas, enfermedades… ese amor que como mi padre dice los hará reencontrarse en otras vidas, ese amor por el que hoy existo y me hace la hija más feliz por poder verlo y sentirlo. empiezo con un gracias, padre y madre. 

 

Año 1982

 

Bajo Baudó Chocó – Yo tenía como 6 años, mi padre estaba cortando leña y yo me atravesé cuando él me alcanzó a lastimar con el hacha, cortándome en la frente, su abuela empezó a gritar y mi papá salió corriendo al monte pensando que me había matado. ¡Venga que todavía está viva! —su abuela gritó. Mi madre comenta que la llevan rápido al pueblo donde una curandera le coció la herida

—¡Me quedo esa cicatriz fea en la frente! —expresa mi mamá. Fue la primera vez que estuvo cerca de la muerte.

 

Año 1984

 

Mi madre se encontraba en el río donde se cultiva el arroz y el plátano, se dirigían para el pueblo en una canoa, sus dos hermanos iban en una canoa aparte y en la otra mi madre junto a sus tres hermanas. Como un mal capítulo en el destino los sorprendió una lluvia la cual ocasionó que el río se acrecentara, haciendo que este se volviera caudaloso, impidiendo el control de la canoa por lo cual esta se voltea haciendo que todos caigan al río. Su hermana mayor, mi tía Lucelly, no soltó al bebé que tenía un año llevándose a las dos al fondo. Su padre logró sacarlas a las dos, dejándolas en la orilla del río. Mi madre iba cerca de su hermana. Mi abuela alcanzó a sacarla del río, pero no a su hermana. Mi madre que como era de esperarse se encontraba muy asustada por lo que no podía soltar a mi abuela.

—¡Quédese ahí, voy por su hermana! —gritaba mi abuela. Mi mamá no pudo comprender y reaccionar de manera que mi abuela la empujó hacia la orilla para poder entrar al río y sacar a su hermana…, pero no logró alcanzarla, empezaron a buscarla por todos lados. Apareció el día siguiente a un lado del río ahogada con un pie atrapado en una roca, tenía 6 años.

 

Año 1985

 

Uno de los años que cambiarían por completo la vida de mi mamá, situándonos así al año más duro de su vida. La madre de mi madre (mi abuela) se encontraba embarazada, llegó el día del parto, comenta mi madre que mi abuela sufría de una enfermedad que le generaba desmayos al vivenciar situaciones donde sintiera emociones intensas. Ese día el parto se complicó y mi abuela se desmayó dificultando la extracción de la placenta por lo cual esto le ocasionó la muerte inesperada. La bebé nació con vida y una vecina se hizo cargo de ella. Pero muere a los 8 días, aún no se sabe las causas de la muerte. Luego de esto la tristeza cubrió a la familia por completo. Y por si fuera poco al mes de estas dos trágicas muertes también se va la bebé que en ese momento tenía dos años. La bebé que había alcanzado a sobrevivir al naufragio del río.

  

El mismo año mi madre y sus cuatro hermanos fueron repartidos por su padre, que no podía hacerse cargo de ellos. El hermano mayor Fredy que en ese entonces tenía 18 años vino a Bogotá, pero murió a la edad de 20 años a causa de un cable que se encontraba suelto; cuando iba paseando con sus amigos por la calle el cable lo alcanzó a tocar y lo electrocutó, dejándolo sin vida al instante. El del medio, Orlay, se quedó en el Chocó junto con mi abuelo, ahora tiene una hermosa familia. Mi madre y su hermana se quedaron en Buenaventura con una tía con la que estuvo por unos 3 años estudiando pero había muchos problemas a causa de sus primos que le echaban la culpa a madre de sus travesuras, por ello su tía se cansa de ella y mi madre de la situación que tenía que soportar.

—Me trataban como sirvienta, le tenía que lavar los calzones a todos.

Así que mi madre se devuelve con su padre al Chocó. Pero peleaba mucho con su padre y madrastra por desacuerdos entre las dos.

 

Año 1986

 

Una amiga de mi madre le comenta que si le gustaría venir a Bogotá a trabajar en una casa de familia, pensando en mejorar su vida y su futuro, en tener una familia que no pase por lo mismo que ella pasó, mi mamá decide venir a la ciudad a sus 12 años. Llegando así a una casa sola que estaba en construcción para cuidar a unos pajaritos y a la casa. Mi madre comenta que sus jefes iban cada 8 días dejándole solamente soperas y arroz. Así que se aburre de esto y decide ir a trabajar en otra casa de familia para cuidar a tres niños, ahí aprendió a cocinar; la señora de la casa la ayuda a seguir con sus estudios de secundaria y modistería.

 —Duré 7 años trabajando en esa casa le agradezco mucho a esa señora por todo lo que me ayudo.

 

 Año 1990

 

Nace Alejandra, mi hermana. Mi madre tenía 16 años cuando conoció al padre de mi hermana, por medio de una amiga. Mi madre tenía miedo de que la echaran en su trabajo y más porque el padre había desaparecido, pero la aceptaron todo el embarazo y le ayudaron a criarla hasta los 3, luego de eso mi madre busca organizarse con su hija, pero esto le daba miedo en este tiempo conoce al hombre el cual mi hermana hoy reconoce como su padre, ya que este las ayudó. Por eso cuando el padre biológico de mi hermana vuele a sus vidas para intentar llevársela, Jaime y mi madre registran a Alejandra para evitar esto. Por un tiempo mi madre buscó trabajo como modista, pero no la recibían por falta de experiencia, pero esto no la detuvo empezó a practicar en las empresas en las que trabajaba como rematadora cuando todos se iban a almorzar y dejaban las máquinas libres. Hoy mi madre tiene su taller de costura al cual, pienso, le dedica más tiempo que a nosotros.

 

Año 1993

 

Mi madre es mandaba por su tío a buscar a mi padre al terminal en ese entonces el primo lejano de mi madre.

—Apenas lo vi lo reconocí no sé por qué —comenta ella—. Está como bueno, pero es mi primo.

Mi papá llegó a Bogotá en búsqueda de su padre con la ilusión de conocerlo. Él llega a vivir a la misma casa donde vivía mi mamá junto a mi hermana.

—Solo nos mirábamos, pero no pasaba nada.

Tiempo después mi madre queda embarazada de Jaime el hombre que le ayudó a registrar a mi hermana. Como él siempre estaba trabajando fuera, le pedía el favor a mi papá de que se encargara de acompañar a mi mamá y estar con ella para lo que necesitara, todo el tiempo juntos los llevó a enamorarse. Supongo que esto era inevitable. A los 6 meses mi madre pierde el bebé por la enfermedad que la ha acompañado a lo largo de su vida, está enfermedad se llevó 2 bebés de este hombre y uno de mi papá antes de que yo naciera.

 

Año 1995

 

Sin perder la cita puesta por el amor que los estaba esperando mi madre y padre comienzan a salir,

él la recogía en el trabajo. Ese día fue a buscarla, pero llegó tarde a recogerla, una amiga de mi madre le avisó que acaba de coger el bus que iba pasando, pero él no pudo alcanzarlo. Mi padre cogió un bus que pasó atrás y le pidió al conductor que alcanzara el bus que iba al frente.

—Esto nos volvió inseparables —expresa mi mamá mientras que narra esta historia con una sonrisa en su cara.

 

Año 2001

 

Llegamos al año de mi nacimiento ,el embarazo fue complicado ya que mi madre sufrió  preeclampsia , ella mantenía en controles mientras trabajaba, pasados 7 meses y medio mi madre asiste a una cita de control en la cual vivieron que tenía la tensión muy alta la cual podía ocasionar mi muerte dentro de su vientre así que indujeron el parto pero las posibilidades de sobrevivir luego de nacer eran muy pocas mi madre duro 15 días en cuidados intensivos , yo un mes en incubadora, luego de esto me entregan como bebé canguro por lo cual tenía unos cuidados especiales.

 

 Año 2003

 

Nace mi hermano Santiago para mi madre uno de los embarazos más complejos los médicos le decían que no podía tener al bebé ya que podía morir alguno de los dos o los dos, por lo que mi madre trató de interrumpir el embarazo tomando pastillas y yerbas, pero ningún método le función al ver esto mi mamá decide no seguir intentando y se arriesga a tenerlo a pesar de las indicaciones de los médicos, así que también inducen el parto por las complicaciones que presentaba. Mi hermano nace de 28 semanas 6 meses como uno de los bebés más prematuros nacidos vivos en Colombia. Él duro 2 meses en incubadora y mi madre nuevamente en cuidados intensivos. Al mes los dos recaen, mi madre por secuelas del embarazo y mi hermano por neumonía, él logró salir de esta mientras mi madre estaba en el hospital mi padre hermana y tía se hicieron cargo de él gracias a eso mi hermano hoy tiene 20 años. A veces pienso que tiene más vida que yo.

 

Años 2010-2017

 

Una enfermedad desconocida invade el cuerpo de mi mamá haciendo que le salgan heridas en las piernas, al comienzo los médicos no sabían qué era luego de varíos exámenes descubrieron que era ulcera varicosa, la familia luchó 7 años con esa enfermedad y con la incontrolable tensión, recayendo en diferentes ocasiones seguidas, en diferentes festividades, los médicos le realizaron una operación para controlar la tensión pero no funcionó, aún los médicos no saben por qué mi madre mantiene con la tensión tan alta . En el año 2017 sufre de un preinfarto fue el momento más duro de todos en donde pensé que la perdería de verdad también fue la primera vez que vi llorar a mi padre.

 

Año 2019

 

Mi madre un día salió a cuidar a mis sobrinos de vuelta a la casa al pasar la avenida es atropellada por una moto, la cual la levanta dejándola dos metros sobre el andén, pero como uno de los tantos milagros que han llegado a cuidar a mi mamá o tal vez los ancestros que siempre nos acompañan, ella solo sufre algunos pequeños rasguños ninguna fractura o secuela.

—Puse mis brazos para proteger la cara solo me raspé los codos y sentía el pecho abierto —cuenta mi mamá.

Luego de esto la llevaron a tomar exámenes, pero estaba todo bien.

—Creo que fue de hacer mucho ejercicio al subir una loma en el choco para bajar los racismos de plátano y el arroz que sembraban, me echaba los vueltos en la espalda subía y bajaba la loma sin zapatos hasta la última finca que quedaba al lado del río. —comenta mi madre con risas en su cara.

Y yo escucho maravillada y agradecida de haber nacido de una mujer tan fuerte.

 

Año 2023

 

Mi madre, padre y hermanos estamos juntos gracias a Dios y muy bien de salud, la vida nos bendijo con dos nuevas compañías mis sobrinos Aaron Joel y Mia Isabella, hijos de mi hermana. Sé que al inicio la historia se iba a tratar sobre el amor de mis padres, pero no podía contar esa historia sin plasmar primero esta, además no podría plasmar dos historias tan duras en una misma crónica. Esta historia que tengo el gusto de redactar parece sacada de un libro o película trágica con un final feliz después de todo, pero es la vida real, es la vida de mi madre, es una vida que no podía ser olvidada en el tiempo, lo que ella ha pasado todo lo que ha vivido y luchado, debía de ser contando. Me llena de alegría saber que aún está conmigo y que puedo darle todo el amor que se merece, desearía que hubiera tenido una vida tranquila una niñez de ensueños con muñecas reales y no de plátano, desearía que no tuviera cicatrices en sus piernas, cuerpo y un corazón normal, pero ahora lo que puedo hacer por ella es ser la hija que ella merece, la mujer en que ella sabe que me puedo convertir. Creo que su abuela me la mandó a usted para que me acompañara, por eso se parecen tanto. Abuela, si me encargaste esta misión te agradezco tanto, espero estar haciéndolo bien.

 

Marlyn Dayanis Estrada Murillo*
Estudiante de Psicología
Universidad Santo Tomás

 

 

 

 

 

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