
Daniel Santiago Cruz Meneses y Juan David Abadía Valencia*
Han pasado casi tres décadas desde que William Ospina preguntó dónde estaba la franja amarilla, pero su diagnóstico sigue resonando con la misma fuerza. Entre desigualdad, indiferencia y un Estado que no cumple sus propias reglas, Colombia continúa atrapada en los mismos dilemas que el autor denunció. Este ensayo revisa por qué su reflexión sigue siendo tan actual y qué revela sobre la sociedad que somos hoy.





