Juan Camilo Cortés Vergara*
La música es quizás la forma de arte y expresión más pura que el ser humano tiene, es ese elemento que nos permite conectar sin importar las barreras que tenemos entre nosotros, es el medio que nos permite comunicar emociones, ideas y situaciones que con palabras no se podría, es incluso uno de los pilares de la sociedad que no distingue de género, raza, religión o ninguna forma de autodeterminación; imaginemos por un momento un mundo donde la música no existe, sin cantos en iglesias, estadios, discotecas, manifestaciones o en la soledad que cada persona tiene, sería una vida vacía de emociones, emociones que construyen valores y generan moral, una que nos vuelve más o menos éticos, esto desarrollado a continuación con la música como herramienta de desarrollo ético.