Juan Manuel Campuzano Vélez*

Como todo arte debe ser cultivado y cosechado
Fruto del tiempo, su pasar, su pesar y lo que dejo de lado
Con tanto color con que veía iluminado
Sin darme cuenta de cuantas luces he apagado.

Adrian Garabito de Los Santos*

A las 5:30 am, cuando suena el teléfono del apartamento con la noticia de que su padre ha muerto, Adrián, un chico de 19 años, de baja estatura, amante de las matemáticas y del deporte, y primer hijo varón de su padre, se encuentra profundamente dormido. Martí, que se había levantado más temprano de lo habitual a causa de un fuerte dolor de estómago que lo había atormentado toda la noche, logra escuchar el teléfono sonar y sin ningún ánimo baja hasta donde estaba y responde.

David Ríos*

Las relaciones familiares tienden a definir en gran medida quienes somos. En el caso de Alison Bechdel no solo condicionaron su vida adulta, sino que además, afortunadamente para nosotros, desembocaron en un libro profundamente personal. 

Sara Valentina García Salinas*

Pareciese que remitirse a algo tan monótono como el día a día, se torna repetitivo y porque no, insignificante. Sin embargo, en esta ocasión no es así- ya les cuento porqué-. El 23 de abril de cada año (día del idioma), la comunidad que habita los diferentes barrios de La Candelaria se reúne por motivo del festival: “El pregón de la sabana” y extiende la invitación a todo aquel que se interese por vociferar las realidades de la ciudad de Bogotá o, para algunos, aún Bacatá. Así que heme aquí dándome unos minuticos de fama y siendo la profeta de toda la sabiduría que hemos recolectado en compañía de mi maestro.

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