Diana Isabel Urrutia*

Debo admitir que nunca encuentro un buen grupo de palabras que describa lo que busco decir, más cuando dejo de escribir por un buen periodo de tiempo. Sé que no soy la única que padece en este abismo desesperanzado a la hora de comunicarse, así que este fue el enigma esta vez, ¿por qué resulta tan complicado darle acción a una sola idea revoltosa o a todos los cuentos que inventamos cada milésima de segundo?

Luke Jonathan Edmunds*

Home land on foreign soil generally comes in two forms: a country’s embassy or a  cemetery. I was well aware of the British embassy in Bogota, some twenty blocks north of our Angelico building, but not of the other, the British cemetery located in San Diego. Walled away on 26th street, nestled at the side of the Cementerio Central lies British soil, a plot of land given to Colombia’s ally for their support in the fight for independence. It provided a resting place for some of the fallen five thousand British soldiers who set sail from London in 1817 to fight against the Spanish.

Celso Gustavo Reyes Torrado*

Posiblemente uno de los sueños que todo colombiano promedio tiene durante su vida es el conseguir un techo para vivir. Quienes lo consiguen pueden contar historias con rasgos muy diferentes enmarcados por lágrimas, luchas y alegrías. Sin embargo, en este momento no intento plantear una reflexión sobre cómo, cuándo, dónde conseguir vivienda, ni siquiera criticar las particulares condiciones que facilitan o no su adquisición. Nada más apartado de lo anterior. En esta ocasión quiero resaltar cómo mi casa se convierte en casa de todos y en ese sentido en mi propia cárcel.

Buscador