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El castigo, un garante del bienestar social
Wilmer Garzón*
Jean-Jacques Rousseau afirma que cada ser humano desea garantizar su supervivencia, por ello, cada individuo le concede al Estado su libertad natural, a cambio de que éste le garantice su conservación y su bienestar personal, adquiriendo así la libertad civil. De esta manera, cuando el individuo comete una falta que contraríe este acuerdo debe ser castigado se según las leyes. A este pacto el autor lo denomina Contrato Social (Rousseau, 1973, p. 17-19). En el presente texto se aducirá que los castigos son uno de los garantes para que las personas cumplan con el contrato social.


Daniel Santiago Cárdenas Suárez*

María Paula Neira Hernández*