Daniel Felipe Saavedra Morales*

En estos días se ha hablado mucho del proceso de paz, el cual conlleva a la terminación de una guerra de más de 50 años. Pero la guerra no es solo lo que se vive contra los grupos armados subversivos si no los robos que sufren las personas, los asesinatos diarios, la no comprensión del otro y muchos otros aspectos que se suceden cotidianamente. Al pensar en esto no está mal decir que hasta que no haya una cultura de paz entre los ciudadanos con los que convivimos diariamente no podremos tener una reconciliación fructífera que lleve a una verdadera aceptación del otro. 

Alejandra Cortés y Gabriel Herrán*

El desarrollo es un proceso recíproco que involucra un gran aspecto como lo es la tecnología y ésta, al mismo tiempo, envuelve a la cultura, a la sociedad, y al individuo, generando una transformación a nivel social donde todas las personas pueden enriquecer sus puntos de vista de forma mutua. La cultura y las relaciones interpersonales son muy importantes en esta transformación, ya que los individuos deben ser capaces de decidir cómo van a vivir colectivamente, cuáles serán sus valores, sus creencias y que sentido le darán a la vida cotidiana.

Sandra Yulieth Naranjo Muñoz*

"La mujer debe abstenerse de entrar a redes sociales, pues se expone a ser vulnerada mediante
ataques a su intimidad con contenido sexual explícito".
Anónimo

Todos saben, aunque nadie admite, que las redes sociales exprimen lo poco que nos queda de cordura. Y es que, qué tan cuerdo es exponerse a ser calificado, denigrado e, incluso, ser objeto de conversaciones ajenas a lo moralmente correcto, esto muchas veces por el "exceso de confianza". Sin embargo, cabe reconocer que como mujeres esperamos demasiado, confiamos demasiado e incluso damos más de lo necesario en un perfil.

Yuli Lorena Ramírez Ávila*

¿Dónde queda el Estado social de derecho cuando se culpa a una mujer de su propia muerte?, una muerte que además fue degradante, si se supone que el Estado Social de derecho está basado en el respeto por la dignidad humana y que además también debe velar por los derechos de la mujer. ¿Es acaso un delito ser mujer? ¿Ser mujer acaso significa debilidad? ¿Es acaso un pecado ser mujer? ¿Es acaso una maldición nacer mujer en un mundo marcado por patrones culturales machistas? ¿Quién puede elegir si dejarnos vivir o simplemente acabar con nuestra vida?

María Fernanda Medellín*

Todas las características esenciales de un ser humano están determinadas por los genes, los cuales dan formación a una agrupación que reciben el nombre de genotipos, dichos genes son elementos de herencia que habitan en los cromosomas y cada uno de ellos está formado por una molécula de ADN haciendo que en el cuerpo humano existan millones de ellas, donde cada una determina un función diferente y nos hace parecer distintos a los demás. A partir de dicho contexto surge como intención investigativa el (PGH) “Proyecto del genoma humano” el cual busca la manipulación de los genes a través códigos genéticos diferentes a los del padre y la madre en el momento de la fecundación, lo que busca dicho proyecto es corregir los genes defectuosos que hacen que el ser humano sufra de complicaciones degenerativas más adelante. Se piensa que el desarrollo del estudio de los genomas y los proyectos que han surgido a partir de esta investigación se va desarrollado como una especie de manipulación en los laboratorios en donde los científicos juegan a ser los “dioses” de la creación. [1,2] 

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