Editorial 2020
Jenny Marcela Rodríguez*
Faltan 30 días para que finalice el 2020, este año que seguramente ha marcado todas las personas del planeta, que logró unirnos al menos bajo una sola preocupación: la enfermedad. No es que antes de este presente la enfermedad no haya sido una constante, pensemos en el VIH o en la A (H1N1) y claro, otras tantas asociadas a la desnutrición, a desórdenes alimenticios, las malas condiciones del agua o del suelo, la adicción al azúcar, en fin, desde siempre hemos sabido de la fragilidad del cuerpo humano pero el blindaje que nos daba la ciencia y la medicina hacía posible que muchos, bajo ciertas circunstancias, lo olvidáramos.
Desde el mes de marzo la mayoría de los países latinoamericanos, pero particularmente Colombia optó por un aislamiento obligatorio, familias quedaron separadas pues estudiaban o trabajaban en lugares distantes, en sitios que no eran su hogar; bajo los primeros anuncios de 15 días, luego 30, y así cada nuevo anuncio nos alejaba más de a quienes amamos, creo yo que hasta cierto punto dejamos de vivir; claro, seguimos “conectados”, es más, hiperconectados, se optó por el teletrabajo y por la educación mediada por tecnologías (claro, en el mejor de lo casos), encerramos a las personas de la primera y tercera edad, el viento, la lluvia, los rayos del sol fueron para muchos un recuerdo que se anhelaba y por el que valía la pena luchar.
Durante un tiempo, seamos francos, esto estuvo bien, este encierro nos dio un respiro de una rutina, ¡ya no era necesario madrugar! Por ejemplo, personas de todas las edades relacionadas con el sistema educativo no tenían que salir de madrugada de sus casas, para muchos bastaba con levantarse, prender el aparato del cual se conectaría y listo…y listo.
Tuvimos que aprender a conocernos y reconocernos con nuestras familias o con nuestras parejas, nos dimos cuenta o mejor, no pudimos esquivar el que poco nos conocemos, ya no eran algunas horas al final del día, ¡todo el día! las tensiones se hicieron más fuertes y muchas relaciones de toda índole se fracturaron incluso la relación nosotros mismos.
Después de varios meses aún no sabemos en qué estamos parados, sigue la sensación de zozobra, muchos ya salen de sus casas guardando todos “los protocolos de bioseguridad”, pero las cifras no cambian, al 30 de noviembre se confirmaron 8.430 nuevos contagios, los índices de desempleo siguen en aumento afectando principalmente a la población femenina, misma que sufrió y sufre con fuerza el “encierro” con sus victimarios, 115 mujeres asesinadas reporta la consejera presidencial para la Equidad de la Mujer.
En fin…buena parte de lo que producimos en el escenario de la academia guarda relación con la pandemia y los efectos clínicos y sociales que recién empezamos a vivir, aún no estamos viviendo una “nueva normalidad”, apenas estamos comprendiendo cómo era la anterior.
Varios estudiantes de la Universidad Santo Tomás han compartido con nosotros sus experiencias plasmadas en 60 artículos y 2 podcast que publicamos en los números 13, 14, 15 y 16 de ArteFacto correspondientes al 2020, 17.820 visitas a estos textos, la mayoría de ellas relacionadas con la Covid-19 otras no, pero sin lugar a dudas todas estas expresiones valen la pena leerlas, para ellas y ellos mi más sincero agradecimiento y para todos ustedes mi invitación de cierre de este año es que lean las líneas que estos jóvenes escribieron para todos nosotros.
¡Nos vemos en el 2021!
Entre-Vistas
Un Alma - Arley Carvallido
STREET HOPE: Moralidad en el freestyle del norte de Bogotá
Inter-Nos
No es "yo", somos todos
Bolívar City “Z19”
El bienestar desde otra perspectiva
De visita a Guatavita y Sesquilé
Tras los pasos del diezmo
Un vistazo a una realidad escondida
Por Una Universidad Libre De Todo Tipo De Violencias
Es acoso sexual y no es normal
La Dalia Negra, la brutalidad de la belleza
Alocución presidencial kantiana a propósito del COVID-19
¿Qué dificultades presenta el ser mujer a la hora de hacer un negocio o emprendimiento en América Latina? Podcast
María, llena eres de gracia
Sentir de cerca la muerte
Crónica de una muerte no anunciada
Cuidados del suelo y de la vida digna del campesino
La llamada rutinaria
¡Talitha Cumni!
Japón a la vista de un latino. Podcast
El movimiento sufragista
Liter-Arte
Ahora respiro arte
El pregón de la sabana
Querido y diminuto Robert Walser
Crónica de un viaje inesperado
El espejo de los otros
El arte de perder cada día
Mi gato es un secreto
La Torta Endiablada
Los Macondos
Una vocación al estilo de Jeremías: desde el vientre materno
Crónica de una madre primeriza
Una rata en cuarentena
Felices 22
Los invasores quiénes son
Libro vacío
Silencio
NarrAudioVisual
Asterix, el secreto de la poción mágica
El retrato de Norma
Un alma
Un festival que fue y no fue: FICCI 2020
Rappi: ayer, hoy, ¿siempre?
Sumercé: una mirada desde el ecosocialismo
Univer-Citario
Lenguaje, pensamiento e identidad
Sin elección: configuración y formas de vida en el sistema de castas
¡En el nombre de mí!: una crítica al sujeto revolucionario
El cuerpo desde el cristianismo y la cyborización
Construir un hospital en el siglo XVIII: tarea de más de 15 días
La Virgen y el "toche". Una mirada desde el arte religioso
Hagamos un aguardientico...pero en 1777
El arduo significado de ser mujer
El chontaduro: un fruto marginal con un gran potencial en el comercio internacional
E-Logística en un emprendimiento de ropa deportiva
Avianca y sus alas de resiliencia
Jenny Marcela Rodríguez*
Editora
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ARTE-FACTO Revista de Estudiantes de Humanidades. ISSN 2619-421X (en línea)